miércoles, octubre 29, 2008

Querida Casa de Campo:

por: Zerolito

Os contaré mis disquisiciones de ayer cuando me dirigía a la Casa de Campo, a correr a pesar del frío intenso, del viento y de la lluvia, del cansancio y del ganduleo natural en mi.

Soy un privilegiado, o así me siento, al tener la CdC tan cerca de mi casa. Hay veces que incluso me planteo si me gusta correr o es una excusa para adentrarme en este bosque, una auténtica isla entre el urbanismo exacerbado que nos rodea. ¿Corro para encontrarme bien o como excusa para perderme entre cuestas, arroyos, pinares? Trotando voy más lejos que andando, claro, y llego a más sitios, más lejanos y recónditos donde disfrutar de la soledad en compañía de la naturaleza. ¿El ejercicio relaja mi mente o es la visión de fresnos, ardillas, conejos y picapinos la que me da la paz con la que vuelvo? ¿O la sensación de soledad en un entorno que te acoge, que te acompaña sin molestar? Probablemente sea una sinergia entre ambos aspectos. Correr me gusta, y la naturaleza me da equilibrio. Lo que está claro es que correr me costaría mucho más si sólo pudiera hacerlo en parques. No te digo nada si lo hiciera por aceras o por "preciosas avenidas urbanas" tipo Castellana. No creo que lo aguantara.

Pues ayer iba pensando mientras me acercaba a sus dominios que cada día hago casi 3km basura. Los que tardo en meterme de lleno en la Casa de Campo y salir de ella. Unos 800m hasta cruzar el paso elevado de la A5 y otros 750, ya dentro del parque, hasta que llego a la zona dominada por el Arroyo Meaques, donde ya me encuentro "en casa". Los primeros, de ida, son de chequeo de sensaciones, de repaso mental de por dónde iré (o no), del plan (o ausencia del mismo), de supervisión de lesiones. Desde el paso elevado, mientras trato de no respirar el pestilente hedor de la plaga de automóviles, contemplo la inmensidad verde, las copas de los árboles, el sinuoso perfil del parque. Al fondo, la sierra, cuya visión siempre me conmueve, y que parece esperar pacientemente una visita. Allá voy.

A la vuelta, ya cansado después del entrenamiento, quedan otros 1600m de subida. Según asciendo por la rampa que lleva a la tapia voy notando ese calor insano que desprende la ciudad. Los susurros del aire entre los árboles se mezclan y se apagan finalmente vencidos por el rugido de los coches. El aire fresco y el olor a tierra, desaparecido por el olor a gasoil quemado. Las cumbres serranas se tornan "skyline" (que Aluche también lo tiene, faltaría más) y tengo que seguir subiendo hasta llegar a casa tratando de no sentirme fuera de lugar. Los senderos son ahora cruces con semáforos; los fresnos, una gasolinera; el bosque, un bingo. El olor a tierra mojada, las pisadas en un lecho de hojas de pino, las hojas caducas amarilleadas por el sol, una vez roto el hechizo como en la Cenicienta, se tornan humos de combustión, charcos de agua sucia repleta de grasa y contaminación, el gris ciudad que cuando llueve es más deprimente aún.

Vuelvo penoso desde el lugar donde me hubiera gustado quedarme. Finalmente desconecto el pulsómetro y subo a casa, a mi hogar. Si pudiera transportarlo al límite mismo de la tapia...

lunes, octubre 27, 2008

V Carrera Popular de Aluche

por: Zerolito

Como castigo a mi cuerpecito serrano, culminé esa semana de agotamiento físico y psíquico en la que no corrí un pimiento con mi participación en la 5ª Edición de la Carrera Popular de Aluche, patrocinada por La Caixa.

Esta carrera tiene cosas muy especiales. El ambiente es popular 100%, es gratuita y corre mucha gente del barrio o ligada a él. Es uno de los 10miles más duros de Madriz. Los continuos subeybaja en los que es muy difícil regular, algún que otro cuestón... hacen que muchos corredores terminen andando. Pero sobre todo es la carrera de mi barrio. Pasa por los lugares por donde vivo, donde viví (mi padre siempre me espera en la puerta de casa, apoyado en el cartel del km 2), donde crecí, donde compro, entreno, juego con mis hijos... así que es como una auténtica fiesta.

Ayer el ambientazo era un pasote. Había un espíquer en el lugar donde debería haber un escenario en forma de concha. Estaban haciendo estiramientos previos a la carrera. Y un montón de gente, como si siguieran a Eva Nasarre, haciendo los movimientos que proponía. Bonita y graciosa estampa. Máxime cuando sugiere calentar ... ¡las fosas nasales! Claro, vamos a someter al sistema respiratorio a un estrés importante. Yo no lo había pensado, parece lógico, pero mi mente perversa se imaginó a los corredores, al terminar, estirando cuádriceps y... nariz. Todos acabaríamos como Cyrano de Bergerac. Mejor lo dejo.

Me encontré con un buen puñado de gente. Padres del cole de mis hijos, amigos del foro, gente del trabajo que había venido a ver la carrera, gente del barrio en general, todos juntos en una fiesta del atletismo. Santi, que había venido por la noche de Lituania, viene conmigo. Bromeamos sobre el tiempo que haríamos... venga, vamos a por los 50' o a lo que sea.

Salimos, tranquilos al principio, sin saber si tirar o no. Pensaba que se aclararía el tema al llegar al metro de Aluche, como así fue. Subimos la cuesta que tantas veces subí, algunas corriendo por llegar tarde a casa. Saludo a mi padre, que me esperaba en el km 2. Aquí me di cuenta de que los km estaban mal colocados ya que lo piqué en 4:13, con un cuestón de los de agárrate y no te menees.

Seguimos a buen ritmo hasta llegar al ecuador de la carrera. Santi va fenomenal pero yo voy justo. Tengo sed, mucho calor y cuando llega el agua me aferro a la botella como Jack Lemmon en Días de vino y rosas. Justo al acabar empieza uno de los puntos clave de la carrera: la subidita por el parque de la Cuña Verde. Vemos a gente andando y por primera vez en la carrera nos adelantan algunos corredores (siempre habíamos sido nosotros los que adelantábamos).

Con el puyazo ya metido nos metemos por Lucero, el terrible pero corto rampón hacia Sepúlveda y vamos para casa. Mi calle, Seseña, es el descabello para muchos corredores. Larga y dura subida que en el km 9 hace mucho, mucho daño. Yo hago de tripas corazón, imaginándome que Coral y los niños estarían al coronar la cuesta, al lado de casa, como hace dos años. Lo gracioso es que sabía que no estarían, ya que había quedado con ellos en meta... curiosos mecanismos los de la mente para motivarte. Por fin empezamos la bajada y apretamos un poquito, pero se nos escapó el sub-50 entrando en 50:36. Después entra Alfredo (gracias por los dorsales) y Marisa, padres de compañeros de David. Marisa debutó con unos estupendos 55', enhorabuena. Recogemos la bolsa, gracias mil por la naranja y el plátano. El espíquer sigue con los estiramientos post-carrera, pero no oí que estirara el apéndice nasal. Ahora le toca correr a los críos, con lo que la fiesta continua. Me reuno con la familia y luego con Santi y su mujer y lo celebramos en una terracita del parque, como mandan los cánones en mi barrio.

Y una consideración. No entiendo el motivo por el que una carrera de barrio, popular donde las haya, ponga a disposición 1200 dorsales y se agoten una semana antes. Justo en el día en que en Madrid había otras 6 carreras populares. Luego resulta que llegamos unos 650 a meta. ¿Dónde están los 450 restantes? Mucha insolidaridad, me temo. Quizá, como yo digo en mi argot privado y que quizá explique algún día en este lugar, es que hay cada vez más runners y menos corredores populares. Un borrón para una bonita y entrañable carrera que no se a quién adjudicar.

Los puntos kilométricos mal colocados, el perfil y la siempre dudosa medición de la carrera (según los fores, polares y demás gepeses) han dado unos parciales que los anoto aquí por curiosos: 5:39, 4:13 (con la cuesta del metro), 5:00, 5:44 (en un tramo "llano"), 8:23 (aflojando para beber el agua), 4:52, 4:34, 5:08 y...¡7:06! en la cuesta de Seseña pero apretando al final en Illescas. De locos, vamos.

viernes, octubre 24, 2008

Vaya semanita

por: Zerolito

Después de la buena paliza que me di en la Media Maratón de Montaña Solidaria SEMED (lo peor de la carrera, el nombre tan largo que tiene) llevo ya cinco días sin calzarme las zapas. Ni Trabuco ni Hurricane ni 2120 ni ná. Por supuesto sigo sin estrenar mis DSTrainer (alias Gel Fofito) porque me da canguelo. Son para competir o entrenar muy rápido, y estoy perezoso total para eso. A no ser, claro, que sea bajando una montaña, donde me pongo a 3:30 fácilmente.

Bueno, que me enrollo. Decía que por unas cosas o por otras no he salido a corretear en toda la semana. Y el caso es que me apetece, corcho. Pero las circunstancias han mandado y por H o por B (nunca por HB) no he podido salir. Espero al menos que esto me valga para recuperarme, ya que tengo la mosca detrás de la oreja con las rodillas (no me fío de ellas a pesar del impresionante trabajo que han tenido en la montaña).

Lo peor de todo es que este domigo confluyen dos de mis carreras preferidas, por entrañables a la par que gratuitas. Una, la Cívico-Militar que organiza el Ejército en la Casa de Campo con la ayuda de los Ñ Ultrafondo. Otra, los ya famosos 10km de Aluche, organizados por la Caixa. Toma poderío militar y económico. A esta última se le han agotado los dorsales una semana antes. Y eran 1200 dorsales en un domingo en el que confluyen más de 6 carreras en Madrid y alrededores. Parece que esto del correr está de moda, con lo poco que me gustan las aglomeraciones. ¿Será por eso que cada vez pienso más en la montaña?

Lo dicho. Aún no se qué hacer. A ver si con un poco de suerte me arreglan pronto el calentador, ruedo algo a la hora de comer, me reuno con el director de mi cole para un temita que tenemos pendiente, recojo a los niños, los llevo donde mis padres, espero a Coral y vamos a comprar ... juer, ya me he liado otra vez. ¿Podré salir a correr esta semana? Creo que no, pero no pasa nada. Hay veces en las que los aficionados a correr nos tomamos este deporte como algo muy serio, casi como una obligación. Y no es para tanto. O no debería serlo.

martes, octubre 21, 2008

III 1/2 Maratón de Montaña Solidaria (SEMED)

por: Zerolito

Bueno, pues aquí estoy yo para contaros mi segunda experiencia en montaña.

Llegué a Somosierra desde Segovia, pasándome la salida (¿en qué estaría yo pensando?) y comprobé que si bien en tierras castellanoleonesas había un sol radiante, en las matritenses teníamos niebla, viento y lluvia. A veces fina, a veces gruesa. Vientos del sur que acercaban las nubes, con lo que nada de ver paisajes. Hoy tocaba correr con lluvia, niebla y frío. Pues ná, a eso hemos venido.

La quedada paquetil fue tremenda. Ahí estábamos Gebrelayos con su colega Juanjo, Darth Vader, Srv, Pardillete, Yoku, AngelTrotón y servilleta. Los que no aparecieron fueron los ansiados churros, con lo que unos amables Donuts tuvieron la oportunidad de lucirse.

La salida se retrasa media hora (suponemos que por las inclemencias del tiempo y por la entrega de dorsales) pero a ninguno pareció preocupar. Este hecho en una carrera típica de asfalto habría supuesto la lapidación del organizador, tanto en el mismo día como los siguientes en toda la internés. Que si falta de respeto al corredor, que si vaya poca vergúenza con la que está cayendo, que si no sabes para qué te metes, que si tal y tal pascual... Pero aquí no. Todos, de buen grado, aceptamos la situación. Aquí no pasa nada. De hecho en los foros no hay más que enhorabuenas a una organización que puso todo su empeño en que saliera bien la carrera. Y así fue. Me encanta.

La salida, tras unas breves palabras del organizador, la dio el alcalde de Somosierra con un entrañable ..."Uno... Dos... Tres... ¡¡¡YA!!!". Como cuando éramos críos. Empezamos subiendo una durísima rampa de una pista forestal. Al poco empezamos a descolgarnos de Angeltrotón, Juanjo y Pardillete, que van más rápido. Vamos tranquilos, esperándonos unos a otros, y parando cuando es necesario. No hemos venido a competir sino a disfrutar del paisaje ... ejem, de la niebla, que convierte el entorno en parajes salidos de un cuento. De terror, de aventuras, pero de cuento. Precioso. Vemos a unos caballos al lado de nuestro camino, la estampa es de una belleza bucólica espectacular.

Primer avituallamiento (km 4) con agua, naranja y chocolate. Tomamos de todo, que arriba hará frío. Yo, como inconsciente que soy, había elegido de atuendo camiseta y pantalón corto. Todo cristo iba con chubasquero, malla larga, bragas, guantes, gorras... A mí es que la grasa corporal me funciona bien como aislante térmico. Eso sí, el tramo de subida al pico Tres Provincias fue duro porque, como en todas las cumbres, arreciaba el viento y la fina lluvia golpeaba inmisericorde la carne al descubierto. De hecho en el punto más alto, donde dábamos la vuelta, Yoku se dio cuenta de que se nos congelaban las gotitas en las cejas, en las gafas, en el pelo. Más épica, toma ya. Debería habar unas vistas increíbles desde allí, con lo que nos conjuramos para volver otra vez cuando el astro rey imponga su ley (toma pareadillo chorra)

De camino nos cruzábamos con los primeros clasificados que siempre nos animaban. Muy de agradecer, sí señor. Fair play de los buenos. Pero lo más alucinante era ver a los corredores invidentes. Dos voluntarios asían los extremos de una pértiga mientras el corredor estaba en el medio. Increíble ejemplo de superación, de ganas de vivir, de lucha personal. Se me acaban los calificativos. Verlos subir te ponía la piel de gallina.

Única foto, tomada en el punto más alto de la carrera. Arriba Zerolito (de azul), Gebre y Srv. Abajo Darth (de rojo) y Yoku. Para verlo enfocado tomarse dos gintonics antes.

Empieza la bajada y nos descolgamos de Srv y de Darth. Aprovechamos que la pendiente es muy pronunciada pero no excesivamente técnica (véase, jodida) para acelerar en algunos tramos. Dejamos a Yoku atrás en algún momento, lo está pasando mal con las rodillas y no es plan. Nos reagrupamos después de los ensayos en los que Gebre y yo nos pusimos a una velocidad increíble: 3:30 min/km, a algo más de 17km/h entre pinos, piedras y regueros. Como dije, dos menhires bajando a esa velocidad, inexpertos en estas lides... todo un espectáculo.

Por el camino íbamos adelantando gente. Llegamos a un tramo en el que la bajada entre pinos se convertía en pista forestal hacia arriba. Ahí Gebre (qué coño, todos) sufrimos un poquito, seguramente por la dureza de la bajada, que castigaba mucho muscularmente. En el último tramo a tumba abierta Yoku se descuelga unos metros y entramos en meta Gebre y yo, donde nos espera Pardillete. 2h32m de auténtica gozada montañera.

Entregamos el dorsal, damos los 10€ de donativo para SEMED y recibimos a cambio la camiseta conmemorativa. Pero quedaba lo mejor. Los organizadores habían montado un auténtico festín. Vino, sidra natural, paquetes de latas de refrescos de todo tipo, agua, chorizos, tortillas, fuet, aceitunas, chocolate... todo a discreción. Una merendola campestre de la que dimos buena cuenta. Y todo esto de manera gratuita, merced a una organización que con escasos medios pero con muchísima ilusión hace posible eventos como este. Desde aquí mi agradecimiento, mi enhorabuena y el reconocimiento a una excelente labor, que ya quisieran muchísimas carreras de supuesto pedigrí anunciadas en el Marca acercarse siquiera a la altura de estos altruistas organizadores. Un diez para ellos.

Vuelvo a casa, cansado pero muy contento. He vivido otro día intenso, lleno de emociones, en un entorno en el que disfruto como un pequeño saltamontes y con el zurrón repleto de experiencias. Además las rodillas han aguantado la tralla (que ha sido mucha) y muscularmente no estoy demasiado mal. Hoy quizá salga a trotar un poco, aunque no se. Se me ha vuelto a lesionar el Junkers y, sinceramente, me da pereza ducharme con agua fría. No, si al final tendré que ir a la pista de Aluche a correr para poder ducharme con agua caliente. Como diría el otro, manda huevos. Aunque quizá tenga que hacerme a la idea, ya que se acaba la temporada de montaña y llegan los diezmiles más queridos por mí: Alcalá y Aranjuez.

jueves, octubre 16, 2008

Más Montaña (que no se diga)

por: Zerolito

Como la cabra tira siempre al monte (ya me lo han recordado por aquí) y, aunque no creo en horóscopos ni nada de eso, soy Aries zodiacalmente y Cabra en el horóscopo chino. No admito aumentativos, ni diminutivos a no ser que sean asados (de los que soy fiel adepto).

Decía que este domingo haré mi segunda incursión en carreras de montaña. Se trata de la III Media Maratón Solidaria de Montaña, organizada por SEMED (Sociedad Española de Montañismo y Escalada para Minusválidos). La prueba cuenta con participantes ¿discapacitados? que demuestran que la actitud es lo más importante en la vida. Las barreras se superan sólo si ponemos empeño en hacerlo. Como dijo Serrat cuando lo de su cáncer "lo importante no es lo que te pasa, sino cómo te lo tomas". Viendo el esfuerzo de estas personas se empequeñecen nuestras miserias (Santi dixit) hasta el punto que su ejemplo de superación no debería abrumarnos, sino enseñarnos el camino. De nosotros depende andarlo.

Ciñéndonos a la prueba en sí, será una media maratón de montaña (+/-22km) por Somosierra. El perfil será, a priori, menos abrupto y jodido técnico que en La Pedriza. Es decir, creo que podremos correr más, por pistas forestales, aunque hay tramos en los que la piedra suelta y los desniveles harán de las suyas. Saldremos del Puerto de Somosierra (1444m de altitud) hacia el Coto de Montejo (2047), Las Pedrizas (2047m), Tres Provincias (2072m) y vuelta a Somosierra. Y se prevee una paquedada monumental, con Gebre, Darth (que espero se recupere), Srv, Pardillete... y quizá alguno más que me deje.

Ahora pondré unos recorridos gentileza de Zanoni (visitad su web) , uno de los geniales corredores escoba en el Cross de la Pedriza. En su amabilidad me ha enviado los tracks de las dos carreras en que participé(aré). Me lo he pasado en grande reviviendo e imaginando mi periplo con el Google Earth. Ahí van las dos carreras (he incluído cierta perspectiva para que se vea chulo)


Cross de La Pedriza. Salida y meta en Canto Cochino (abajo a la izquierda). Al fondo Las Torres.


Media Maratón Solidaria. Salida y meta en el Puerto de Somosierra. Al fondo Tres Provincias.

El gráfico del MAM, que me ha enviado Mayayo, me lo reservo para otra ocasión, cuando sea más pertinente.

martes, octubre 14, 2008

I Carrera Tetuán, corriendo por el barrio de Bassrunner

por: Paloma

Bonita y mareante carrera, con sus curvas, subidas y bajadas. Me gustó mucho el recorrido y digo por los parques que se veían, las 4 torres esas que no se como se llaman, la plaza Castilla, la plaza de la meta, se veían sitios chulos, no lo digo por lo del Km 6 al 8 que me cago en...la subidita.

Terminé contenta, unas veces se gana y otras se pierde, es decir, las que se van por las que se vienen, y este domingo fué favorable para mí, puesto que el madrugón no te lo quita nadie, las piernas cansadas que te llevas pa casa tampoco, y oye, si te vas con un regalillo de 30 euros para gastar en ropa deportiva pues te queda un regustillo mejor, valga decir que me lo llevé por los pelos de un calvo, os cuento: a unos 500 metros de la meta me adelanta una chica, a la cual yo había adelantado anteriormente, no me acuerdo en qué Km, total que veo que ya no la voy a pillar, pero me quedan fuerzas para apretar para entrar en meta, cojo un ritmo fuerte, zancada larga, ahí, con ganas, sobre todo de terminar ya y en esto, que paso a un tío que me dice: - ¡ si sigues a ese ritmo la pillas !, lo cual no era mi intención, pero al oirlo, pienso, pues lo mismo sí y efectivamente, la adelanto, entro en meta y me dicen, último cheque, la 15 chica de la absoluta, joer que bien. Mirando las clasificaciones he visto que sólo la saqué 4 segundos, mi tiempo neto fué de 46:13, bueno para mi misma, no está mal, a seguir currando, es lo que, demos gracias, se puede hacer.
Besos

lunes, octubre 13, 2008

I Carrera Popular de Tetuán. Corriendo por el barrio

por: BassRunner

Buenas:

Ayer, 12 de octubre, tuvo lugar la primera Carrera Popular de Tetuán, que organizaba el Club Marathon y a la que tenía ganas, sobre todo porque recorre mi barrio.

La noche anterior transcurrió entre fuertes tormentas que no presagiaban nada bueno para el acontecimiento de la mañana siguiente.... y no me refiero al "coñazo" del desfile.
Total que, tras ver a Fernando Alonso atravesar la línea de meta en primera posición, me dirigí a reunirme con Antonio (el cuñao) e ir en busca de los dorsales. El cielo estaba completamente cubierto pero, salvo por algunas gotillas en forma de chispeo que se escapaban de vez en cuando, parece que aguantaba.

Ningún problema para recoger los chips (tampoco es mucho mérito en una carrera de 1000 corredores). Nos tomamos un cafetillo y volvemos a casa a dejar el chandal para calentar. Unas vueltacillas y a la línea de salida donde me encuentro con Paloma y Marina, que llegan un poco justas, y a JP.

Salimos. Trato de gastar los primeros kilómetros en coger un poco el ritmo. Tomamos Bravo Murillo dirección sur en busca del primer punto kilométrico. Yo aún sigo buscándolo porque me lo pasé sin enterarme. Esto hizo que hasta el dos no tuviera referencia de a que ritmo iba. Las piernas, gran fuente de información, me decían que estaban muy pesadas y los pulmones que empezaban a saturarse. Total que paso el dos a 8:45, quizá demasiado rápido.

Cuatro Caminos a la derecha se extiende la bajada por Reina Victoria que tomamos hasta Pablo Iglesias y Doctor Federico Rubio y Galí. Hasta ahora todo terreno favorable. A partir de aquí empieza la carrera de verdad.

Justo en el kilómetro 3 nos encontramos con la primera subida, no muy larga, que es el principio de la zona de toboganes que acabará en el 5. Hemos pasado en ese tramo por de nuevo hasta la Pablo IglesiasPlaza de Rocío Durcall, bajada por Ofelia Nieto hasta el Paseo de la Dirección, donde comenzamos un tramo más llano y lleno de curvas. En el 5 es donde me espera la familia para retratarme y filmarme. :-)

Desembocamos, tras virajes y revirajes, en la empinada bajada de la calle Capitán Blanco Argibay que nos llevará al kilómetro 6 y a la gran cuesta de la carrera: La calle Sinesio Delgado. Empieza la ascensión con una rampa bastante dura, aunque corta, luego seguiremos con una lárga subida un poco más asequible (no mucho más) que pasa unos metros del Km 7 y luego se convierte en un falso llano (pero muy falso y cansado) hasta el 8. Evidentemente es aquí donde los tiempos se resienten y donde está la carrera realmente. En mi caso, dada la situación de mis extremidades inferiores y visto el crono final, parece que lo superé bastante bien.

Lo peor, por inesperado, llegó para mí a partir del Km 8, donde comenzaba una ligera, pero bienvenida, bajada hasta el Paseo de la Castellana. De pronto me dio flato, y bastante fuerte. A duras penas podía mantener el ritmo. Así hasta el 9 donde parece que remitió... aunque por poco tiempo ya que tras dejar atrás la Plaza de Castilla y volver a Bravo Murillo, me vuelve a aparecer el maldito flato... y hasta el final.

Llego a la meta donde han subido los míos a verme llegar. Paro el crono en 45:47. Está pero que muy bien teniendo en cuenta cómo llegaba a la prueba. El año que viene la correré seguramente... y a poder ser sin pasar gastroenteritis ni nada por el estilo. Estoy a minuto y medio de mi MMP.

Propulsión a Churro

por: Zerolito

Pues ayer parte del grupete Correpoco hizo acto de presencia en la I Carrera de Tetuán con grandes resultados (que lo cuenten ellos, que luego dicen que si copo yo el blog y tal...). Pero también fue el día de la cosa hispana, con la Patrulla Águila sobrevolando el cielo matritense mientras yo hacía un rodajito de esos de 1h20' a 6mpk en la Casa de Campo. Lo reconozco, estaba demasiado perro (o chucho más bien) para hacer 10km a tó trapo y preferí salir a zanganear 13km después de unos churritos.

Ahí le has dao, churros y porras... os habéis convertido en foro de debate en Los Paquetes, por la querencia de Darth, Gebre y servidora (entre otros) de engulliros justo antes de una buena trotada. Así que el domingo me levanté, me fui a por ese bendito manjar y eché cuentas... ya no me da tiempo a ir a Tetuán sin estresarme, con lo que mejor me aprieto los churros y porras y me piro a la Casa de Campo, que estará bonita después de la lluvia.

Hete aquí que el día anterior Coral había preparado unas patatas revolconas que estaban justo para eso, para revolcarse de placer. La digestión de este plato me mantuvo entretenido toda la tarde/noche, con el pimentón de la Vera haciendo de las suyas y la flora intestinal poniéndose hasta el quico de hidratos. Menos mal que los torreznos - costillas no parecían decir nada en comparación con los otros dos sagrados ingredientes.

Total, con ese bagaje estomacal me dirigí a una preciosa CdC, tratando de acomodar ambos intestinos al trote rodaballesco(*) autoimpuesto. Era complejo mantener el ritmo, la respiración, la cadencia de zancada y el alboroto bajoventral. Así que, confieso, aproveché el estruendo de la propulsión a chorro de la Patrulla Águila para "meter el turbo" de recatada manera al principio, y dando rienda suelta a la anatomía una vez cogida confianza en la situación. "Propulsión a churro. Ya tienes título para el post dominical, Zero."

Para completar la fiesta, Coral me tenía preparada otra sorpresa: un cocido montañés tuneado que estaba absolutamente delicioso. Sutil, nada grasiento a pesar de las generosas porciones de carne, morcilla, chorizo... Así que aquí sentado echo de menos el ensordecedor sonido de las aeronaves para hacer hueco. El mismo retumbar que me trajo a la cabeza las historias que me contaban mis padres cuando oían los aviones en la Guerra Civil. El miedo de dos niños pequeños, corriendo a los refugios madrileños uno, suplicando comida a su madre la otra mientras se escondían bajo el colchón. Pienso en mis hijos en esa situación y ahogo un lamento. Hala, más aire al aparato digestivo. No tengo remedio.

(*) Hacerse un rodaballo (o rodaballo a secas): en el argot paquetil, rodaje de entre 40' y 60' a un ritmo aproximado de 6 minutos por kilómetro. Vamos, una gozada. Debe su nombre a la contracción de la frase "rodaje a lo Carlos Velayos".

lunes, octubre 06, 2008

XVII Cross de la Pedriza

por: Zerolito

No se para cuantas páginas dará el tema, voy a dejar volar los dedos sobre el teclado para contaros una increíble experiencia en la que pagamos nuestra bisoñez e inexperiencia en montaña con sudor, golpes y agotamiento, pero en la que tuvimos la recompensa de hollar caminos inexpugnables, recrearnos con imponentes vistas y disfrutar de la montaña como auténticos cochinos de Canto Cochino.

Ante nosotros se presentaba una dura prueba: 19.6km de alta montaña, con 1237m de desnievel (tanto positivo como negativo) para un total de 2474m de desnivel acumulado.


El día no comenzaba muy bien. Sueño y cansancio después de un dia familiar en las Hoces del Duratón (cordero asado incluido en Casa Paulino, Sepúlveda), durmiendo poco y recibiendo un mensaje de Gebre avisando que no podría venir. Qué tristeza, compañero, se te echó de menos por las cumbres, pero habrá más ocasiones.

Nos encontramos Darth Vader y yo en la cola de chips y nos fuimos a por el clásico café con churros. No había de éstos últimos, con lo que las desgracias nos abruman. Encontramos a Manta y a Angelzurdo y nos disponemos a salir en cola de pelotón. Ya desde el principio se abrió un enorme hueco entre la cabeza de carrera y nosotros. Hasta Manta se adelantó unos metros, aunque le cogimos rápido :-P cuando la cosa empezó a ponerse seria y apenas se podía correr, sólo andar penosamente. Se había hecho un corte en un dedo al "frenar" con un árbol, el pobre. No sería sino la primera de sus desdichas.

Después de mucho sudar tras el Collado del Cabrón llegamos al km 5, primer avituallamiento. Un densísimo bosque de pinos nos había acompañado pero a partir de este punto la cosa se pone mucho más dura. subir es más que penoso, se tiene que trepar en incontables ocasiones. El camino se pierde con facilidad a pesar de las marcas (algún gracioso estuvo quitando las marcas que había puesto la organización el día antes y tuvieron que volverlas a poner a primera hora). La subida hasta las Torres es muy dura pero encontramos tesoros naturales alucinantes. Manantiales que nacen debajo de moles graníticas y serpentean entre sus huecos para desaparecer en lo más profundo, valles que se muestran ante nosotros bajo un cielo raso, azul y brillante. Son momentos capturados en nuestra retina y que estarán en nuestro corazón siempre. Pero volvemos al tema del sudor...

Por aquel entonces nos habíamos aclimatado algo a la altitud. Los primeros km se habían hecho muy duros y ahora estábamos con una respiración más pausada. Pero el esfuerzo que exigía la ruta a nuestro cuerpo era enorme. Yo sentía, y es verdad, que las piernas iban a explotar. Esa era la sensación, de tenerlas infladas y a punto de reventar al subir esos endiablados desniveles. Yo me decía "... y por aquí la peña corre...." y alucinaba. Finalmente coronamos la zona de Las Torres (1990m) y recibimos avituallamiento líquido y sólido (pasas a mansalva, conguitos de chocolate ...) que engullimos como si fuera nuestra última oportunidad de sobrevivir. Recibimos el apoyo de los organizadores mientras te das cuenta que han tenido que subir 75 botellas de 1.5L a 2000m de altitud para que podamos beber, y les agradeces el esfuerzo no sólo organizativo, sino personal.

Vamos bordeando cumbres y vemos el precioso valle al otro lado de la Pedriza Posterior. En el anterior control llevábamos poco menos de dos horas de travesía y seguíamos sin noticias de los corredores escoba (los que van recogiendo a los últimos e indican el cierre oficial de control). Yo los conocía merced a un divertido cruce de mensajes en el foro de ElAtleta.com. Comenzamos a subir y bajar incesantemente por toda una larga cuerda de moles graníticas. El camino se intuye entre marcas de un PR, mojones y jirones de cinta plástica. Aún así hay veces que es complicado seguirlo. Yo voy comandando el grupo buscando las marcas... una... otra... sin descanso.

En este alejado punto los riscos son impresionantes, te empequeñecen el alma y te sientes frágil, desvalido ante tamaña grandiosidad. La quietud y majestuosidad del lugar ponen aún más en evidencia nuestros torpes pasos, nuestra pesada marcha. Después de más de dos horas luchando contra nuestras limitaciones en un terreno de alta montaña nuestras fuerzas empiezan a flaquear. Es en este punto donde tenemos que poner más cuidado, ya que los apoyos comienzan a fallar por el cansancio acumulado. Unas cabras, mirándonos a escasos metros de nuestras cabezas, parecen desconcertadas ante la torpeza y tenacidad de unos extraños bípedos.

Oimos voces y finalmente los dos corredores escoba nos dan alcance. Al poco tiempo de ir en grupo con ellos, una pareja y otro chico nuestro Manta se tropieza por enésima vez con tan mala suerte que tiene que parar. El diagnóstico no es halagüeño: esguince de tobillo. Los escobas le retiran de la carrera y envían a otra gente (no se si guardia o procección civil, voluntarios o yo-qué-sé) para llevarlo a meta. Nos despedimos de el con tristeza y seguimos nuestro camino. Luego nos contó que estuvieron barajando la posibilidad de recogerlo en helicóptero y que se había hecho más de 17km y que podía haber terminado la carrera, que eran sólo 19.6km ... pues ahí llevas razón, querido César. Pero lo más sensato fue que cogieras el "atajo" acompañado de gente experta.

Habíamos pasado ya los riscos más altos y dificultosos de la prueba, con tramos de auténtica trepada chunga. Grado 2, como diría Yoku. Lo único que no son unos pocos metros como en el Almanzor, sino una purrela de ellos. La mente ha de luchar contra el cansancio del cuerpo y mantenerse ágil ya que un error aquí puede ser chungo, para tí y para los que vienen detrás.

Comenzamos el descenso por auténticas torrenteras, saltando y reptando entre huecos que dejan las inmensidades rocosas entre ellas. La bajada no es que sea técnica, es que es imposible. Saltos, apoyos con las manos y el culo para no caer, raspones, asideros imposibles... Sólo puedes ver el paso siguiente, bajando de uno en uno las distintas pruebas a las que te somenten. Ahora un salto de cais un metro para caer en una piedra redonda. Apoyado en las manos alcanzas con una pierna una roca puntiaguda en la que te apoyas para saltar a un arenal de roca suelta. Te frenas con otra roca y te arrastras hasta el siguiente salto, y vuelta a empezar. Es agotador física y sobre todo mentalmente. Los tropezones abundan y en uno de ellos yo me hago un rasponcito en la mano. Nada que ver con la esguince de Manta o los golpes de Darth: uno en la espalda en una de las "cuevas" y una caída en la que se dejó un pedacito de rodilla, Menos mal que fue un rozón lateral, si llega a ser un golpe frontal podría haber sido muy malo. De todos modos le impidió estar fresco hasta el final, y no pudo volver a trotar sin mucho dolor a partir de entonces.

Fijaos la paradoja. Estábamos cansadísimos, magullados y golpeados, con los músculos y articulaciones pidiendo a gritos un descanso. Pero al llegar a los escasos collados que nos encontrábamos nos poníamos a trotar; y era una bendición para el cuerpo. Nunca me hubiera imaginado que un suave trote meciera un cuerpo agotado, devolviéndole por unos instantes cierta frescura a pesar del cansancio.

Pasamos el último avituallamiento sólido en la Pradera del Yelmo, donde pastaban unos preciosos caballos. Yo pensaba, en mi ingenuidad, que había llegado la hora de los senderos, de 5km de suave trote bajando a Canto Cochino. Pues nada de eso. Seguíamos bajando por torrenteras igualmente peligrosas. Además, según perdíamos altura, nos empezamos a encontrar a otra enemiga: la arena. Piedra pequeña, arena suela, grava y regueros hechos por el agua que dificultaban más la bajada. Sería así hasta el final. Allí intentamos trotar algo pero Darth no puede. Seguimos andando y llegamos al fin al parking, donde empezamos a trotar para entrar dignamente en meta. Nos reciben unos aplausos que consiguen emocionarme, me llegan a lo más hondo. Oímos a lo lejos a Manta, que estaba ya tan pancho contando las peripecias de su descenso. Hoy está ya mejor y apenas cojeaba. Agradecemos al personal el enorme esfuerzo de organizar esta prueba y nos vamos al coche a tomar una cervecita que Darth guardaba en una neverita. Y para casa, que se ha hecho inusualmente tarde.

De camino paro en el Centro de Interpretación de la Pedriza y me proveo de todos los planos y mapas posibles de rutas por la Pedriza. Con las mismas llamo a Gebre para ver qué tal está. Amigo, sabes que has hecho lo correcto quedándote. Se te echó de menos.

Tengo la sensación de que me quedan muchas cosas por decir a pesar de la increible charla que os he pegado. Algo tienen estas cumbres que te hechizan, dejas algo de tu alma en ellas y quedas inoculado por un extraño virus que te impulsa a regresar cuanto antes, a desear sentirte pequeño ante su enormidad, a volver a sufrir lo indecible por permanecer unos instantes en ese lugar privilegiado donde sólo el viento, la luz del sol y la piedra bajo tus pies te acompañan. Una impronta, una estirpe, casi una raza la de los amantes de la montaña. Y yo, desde el escalón más bajo de todos ellos, me siento privilegiado.

Todo un lujo haber podido compartir tanto con vosotros, César y Carlos. Y al otro Carlos, el pitufo dormilón, que nos acompañó en espíritu. De alguna manera has estado con nosotros. Gracias a la Organización de la R.S.E.A. Peñalara por el ingente trabajo realizado.

De izquierda a derecha: Zerolito, Darth Vader y Manta. Vaya tres patas para un banco.

viernes, octubre 03, 2008

Debutaré en Montaña - Cross de la Pedriza

por: Zerolito

Es próximo domingo haré mi debut en una prueba de Montaña. Después de la increíble experiencia, primera toma de contacto que fue la I Zerolada a Peñalara (Capítulos 1 y 2) de tan grato recuerdo, nos volvemos a echar al monte. Esta vez será el duro Cross de la Pedriza, en el que nos hemos involucrado los amigos Manta, Gebre y Darth Vader de Los Paquetes. Ahí va un poco del perfil, como si fuera una etapa del Tour.

Tengo la certeza de que será duro, bastante duro. Es una carerra y ya no iremos a nuestra bola. Hay que seguir las marcas, estar pendientes de los puestos de control, llegar antes que los corredores escoba a determinados puntos. Además no soy un profundo conocedor de la Pedriza. Curiosamente la he atravesado varias veces de noche, siempre acompañado por un guía al que seguir los pasos, así que no tendré muchas referencias respecto a experiencias anteriores. Pues bueno, y qué más da. Alguna vez ha de ser la primera, ¿no?

Como guasa, voy a poner aquí lo que escribí hace tiempo en El Rincón de los Paquetes refiriéndome a la descripción del recorrido que hace la propia organización.


DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:
.....Una vez cruzado el puente comenzaremos la subida al collado Cabron (vaya nombrecito, por qué será...)
...La senda sigue subiendo en marcada dirección Norte sin descanso entre pinos y salvando algunos bloques de piedras hasta llegar al Collado del Miradero... (empieza la fiesta)
...La bajada es muy técnica (es decir, jodida de pelotas...) y hay que prestar atención pues hay varios saltos y en algún punto habrá que apoyarse en las manos. En esta zona se alternan las bajadas con alguna pequeña subida e incluso habrá que reptar para salvar un gran bloque junto al risco conocido como “El Puro” (demostraremos por qué llamamos con razón reptar a nuestra forma de correr )
...Superado un resalte rocoso -donde tendremos que poner las manos- se inicia el descenso...(miedo me da los sitios donde hay que poner las manos...)
....Después de unos pasos un tanto complicados entre las rocas, con cueva incluida...(ahí nos saldrá la Dama Blanca o cualquier personaje de leyenda de la Sierra Madrileña)
...Las marcas nos irán encajonando cada vez más hasta que lleguemos a un punto que parece no tener salida. Aquí estará situado el control de paso de Navajuelos. No os preocupéis. Para continuar, debéis pasar reptando bajo unas piedras, al pie del Risco del Torro...(bueno, no hay que preocuparse...)
...superados unos bloques comienza a bajar en dirección Sureste. No perdáis las marcas y después de una larga y cansada bajada estaréis en el collado de la Dehesilla...(animando al personal, no os perdáis y os cansaréis)
...En algún paso tendremos que usar las manos...(y dale bola)
...Atención en el último tramo de la bajada: la pendiente se acentúa y en la tierra suelta podemos pegar algún resbalón...(o sea, que nos lo daremos)

Bueno, pues a eso nos enfrentaremos, con una ilusión tremenda, y acumulando experiencia para el gran reto de este año, el MAM. Espero que os enteréis el lunes de cómo termina esta historia, ya que si lo sabéis antes es que hemos salido en los sucesos...jajaja. Es broma, iremos con cuidado pero magullarnos seguro que nos magullamos. Como reza la sabiduría popular, quien quiera peces ha de mojarse el culo. Y quien se adentra en las montañas sabe (o debería saber) a lo que se enfrenta.

Venga, que enseguida me sale la vena épica, y no es para tanto. Será una pachanga con colegas en la montañita, un paseo campestre y una mañana que comenzará frente a una fuente de churritos, como dios manda. Ya os contaré. Como aperitivo el sábado me recorreré la Hoz del Duratón con los críos. Me proveeré del bendito Cordero que preparan en Sepúlveda y cenaré (si me quedan ganas y me acuerdo) algo de pasta con unas birritas. Que no se diga que no somos previsores.