Volviendo al tema del correr, ayer no me apetecía nada salir. Y debía hacerlo, si no la preparación para el Maratón empieza a quedarse demasiado escasa, y eso que ya iba de por sí justita. Pero había decidido no correr. Estaba hecho polvo, sin ánimo, agotado y con las piernas cansadísimas y la espalda cargada. De pronto una llamada de mi amigo Frinco ... y una mala noticia. Había muerto su padre, Maxi, después de haber tenido una larga enfermedad degenerativa. Estos hechos, si bien son esperados, cuando llega el momento son siempre tristes. Recordé a mi amigo Fernando, cuando sabíamos que era inevitable su final, y aún así cuando te enteras... es como un jarro de agua helada.
Pues bien, esta noticia me hizo cambiar el ánimo. Saldría a rodar por la Casa de Campo para limpiar mi cabeza de malos pensamientos y dedicarle un pequeño soplo de vida a este buen hombre que nos acaba de dejar. Abrí el Google Earth y me pinté un recorrido que me tuviera ocupado durante hora y pico. Al final salió un rodaje de 12.9km por unos intrincados paseos, un mini valle precioso, encajonado en paredes de poco más de 4m de alto que discurre paralelo a la Carretera de RTVE, cogiendo el nuevo camino de los ciclistas. Hierba verde, fresnos, encinas, pinos y almendros en flor... lo que yo necesitaba.

Una vez recuperado el equilibrio emocional y corporal, ya en el tanatorio, recibo un mensaje. Mis amigos Alberto e Inés han sido padres. Daniel ha venido al mundo a traernos un poco de esperanza, de paz, de cariño... que tanto necesitamos. No sé que tienen los bebés, aún siendo la mayoría tan feotes de recién nacidos, que transmiten paz, sosiego, amor... vida. Bienvenido.
Por eso es tan chula esta vida Jesus entre otras cosas, porque tiene esos días que parece que estás fatal y de repente algo hace que tires p'lante.
ResponderEliminarUn saludito, me alegro que te gustará el post