¿Qué hace una chica como tú...

...en un grupo como éste?

Eso fue lo que pensamos Santi, Bassrunner y yo mismo al terminar el domingo el entrenamiento. Claro, por cortesía no lo dijimos. Pero el caso es que pudimos disfrutar del correr fácil y ligero de Paloma durante los 20km del recorrido, calvario particular. Nunca había hecho una Tapia mas Bosque tan dura. Nunca.

Empezamos por el principio. Paloma, as usual, llega algo tarde y nos ponemos en marcha. Tapia mas Bosque, sentido anti-horario desde el Lago. Los primeros km, favorables, caen tranquilos, cogiendo ritmo, entre 5:48 el primero hasta 5:40, con uno en 5:30. Charleta animada como mandan los cánones. La dureza del recorrido se puso de manifiesto cuando Paloma dijo aquello de "no parece que vayamos tan lento" mientras yo iba cantando los pasos por km. Pero eso fue hasta que llegamos al Mortirolo. Hasta entonces habíamos estado los cuatro alineados, como si jugáramos a eso de "A tapar la calle que no pase nadie...". En ese punto Paloma se puso delante y nos hicimos ese km en 5:27. Seguimos hasta la fuente de la puerta de Húmera, entrada al bosque. Traguito de agua tras una agónica subida y nos metemos en el Bosque. Un respiro de 4km a 5:24.

Al acabar el Bosque, con 13km ya recorridos, Paloma recobra vida mientras nosotros tres vamos como podemos. Es alucinante la diferencia entre el trotar ligero, liviano, fácil de Paloma con los estertores y espasmos que nos sacuden a los otros tres correpocos para no perder su estela. Hacemos el mil de la subida a la Puerta de Somosaguas (punto más elevado de la Casa de Campo) a 5:27. El siguiente, que nos lleva a la subida de Prado del Rey, en 5:12. No hay tregua, parece que hay prisa por tomarse las cañitas de después.

Y los últimos kilómetros ya fue el despitorre. Sin cuestas rompepiernas en el terreno, ya en suave llaneo, Paloma iba como Miguel Induráin. A ritmo y dejando atrás a quienes no aguantaban. Primero Santi. Luego Bassrunner, que se quedó sin poder esprintar. E inmediatamente yo, que tras hacer el último km a 4:48 y viendo que se marchaba sin remisión, la vi llegar en solitario al Parking del Lago. Tremendo lo de esta chica, oiga. Y eso que no había corrido 20km desde que me acompañó en la 1/2 de Madrid, su primera y única media maratón. A-lu-ci-nas. Y ella es de cortas distancias y nosotros curtidos maratonianos. Y una M.

En resumen, 1h49'41" para 20.21km, a una media de 5:26. Personalmente me sentía como en una competición. Tuve flato en tres ocasiones e incluso el pulsómetro llegó a marcar 199PPM. Probablemente esté muerto y transcriba este texto desde el más allá, como tarea pendiente. En resumen, un entrenamiento exigente, muy duro, y en una compañía inigualable. Los tres correpocos y la corremucho. Mooola.

Al acabar veo a Coral y a los niños, con los que había quedado. Santi se fue pitando a cuidar a su retoño y nosotros nos tomamos una cervecita, que nos la habíamos ganado. Después de despedirnos nos fuimos a patinar un rato. Para compensar. O para relajar patas. O para disfrutar de una mañana soleada en familia después de un entrenamiento de lujo. Sois la caña, Correpocos.

P.D. Esta mañana me ha confesado Paloma que notaba las piernas así así ... No, si resultará que es humana, al fin.