miércoles, abril 29, 2009

Mapoma 09 - Anexo

por: BassRunner

Dado que la carrera la compartí mayormente con Zerolito y que el es mejor tanto arrimando letras como haciendo 42.195 metros, voy a escribir algunos párrafos complementarios a la narración del gran Z (primero de su categoría)

La semana anterior había sido extraña, con sensación de desgarro en los femorales. "Espero que sólo sean los nervios" me decía, pero no las tenía todas conmigo. Además todas las previsiones meteorológicas daban lluvias para la carrera.
Finalmente el día amaneció nublado pero sin agua (por el momento) y, acompañado de dos corredores sub 3 horas, me arrimé a la Biblioteca Nacional.

Como cuenta Jesús, íbamos por debajo del tiempo previsto sin esforzarnos. Incluso cuando tratábamos de ir más despacio el cuerpo nos pedía acercarnos a los 5:30 subiendo la Castellana y a menos una vez coronada la Plaza de Castilla. No creo que nos equivocáramos al llevar estos ritmos...

Fue una verdadera lástima que Santi se quedara atrás. Su entrenamiento no era el nuestro y muy probablemente tomó la decisión correcta. Luego la compañía de Paloma nos hizo volar (haciendo honor a su nombre). No nos llevaba con el gancho pero hubo algún momento en el que hubo que pararla.

A partir de la media empecé a notar un pinchazo en el gemelo derecho y ya en la Casa de Campo notaba que evolucionaba, cual pokemon, hasta acercarse al grado de "tirón y a la cuneta". Como indica Zerolín, es en "ascensión continua, imperceptible pero de esas que van minando". No quiero contarte como se hace con el pinchazo.

Por fortuna el pinchazo remitió un poco saliendo de la Casa de Campo. Probablemente ayudaron los cambios de pendiente que había hasta ganar el río. El sol, que ya comencé a notar tras pasar Príncipe Pio, se convirtió en una variable más en la ecuación al llegar a este punto. Yo veía a Jesús muy bien y a Paloma no te cuento... así que traté de hacer algún comentario divertido para pasar el tramo con menos público y más feo de todo el recorrido: "¡¡Vamos Jesús!! ¡Que vas el primero de tu categoría!" le decía, "¡¡Qué porte, qué estampa, qué saber estar...".

En Virgen del Puerto comienza lo duro. Yo trato de no descolgarme. No es que me note mal pero me da la impresión de que ellos van mucho mejor. Esto se confirma cuando Zero aprovecha el llano de Vallejo Nájera (creo que es) y se va. Paloma se queda conmigo. Posiblemente mi error fue ir a pillarle, cosa que ocurrió al principio de la cuesta del Paseo de la Acacias, y mantener su ritmo, pero es que me encontraba bastante bien e íbamos superando corredores de 10 en 10.

Entonces ocurrió. Fué coronar en Atocha cuando las piernas desertaron y tuve que usar en su lugar la cabeza. "Me ha cazado el del mazo" le decía a Paloma, que se quedó a acompañarme en el sufrimiento. Tenía unos extraños sentimientos... entre el dolor y la curiosidad: "¿Así que es esto lo que se siente cuando lo gastas todo?" pensaba... al rato: "¿Donde está el maldito 40?" junto con un "No te pares, sigue corriendo". Tras el 40 la Puerta de Alcalá, luego el 41, la entrada al Retiro... siempre buscando "metas volantes"...

El podómetro me cantaba ritmos lentísimos... pero en la Puerta de Alcalá (Mírala) me fijé en el tiempo de carrera y creo recordar que era de 3:50 o así... la cosa es que pensé "Igual hasta bajo de las 4".

En el Retiro retiraron a Paloma, que iba sin dorsal, y me quedé sólo. La bajada durísima en esas condiciones me llevó hasta ese punto desde donde ves, al fondo, la meta. Los márgenes llenos de gente aplaudiendo, por delante corredores exprimiendo sus últimas fuerzas. Miro el reloj de nuevo y veo que puedo hacerlo. Me lanzo a un ridículo sprint, que en condiciones normales no pasaría de un ligerísimo cambio de ritmo, y accedo a la puerta de la gloria.

Aquí es donde estaba lo más duro para mí. Al parar las piernas, que como recordáis habían desertado, empezaron a infringirme dolor a base de intentos de tirón, que evité con un largo rato de pié, sin moverme, en la meta y luego andando a lo Robocop hasta la salida del recinto, sin encontrar a los fisios....

En fin, un logro personal que sabe mejor por la compañía a la que agradezco sumándome al último párrafo del artículo de Jesús. Gracias.

lunes, abril 27, 2009

Mapoma 09 - La hormiga cigarreando

por: Zerolito

La 32ª Edición del Maratón Popular de Madrid nos trajo un día memorable, para el recuerdo. "Hoy hacemos historia", repetíamos a modo de guasa en la carrera. De alguna manera sí que ha ocurrido ésto.

Quedamos en la Biblioteca Nacional con la gente del foro, donde reímos y nos pusimos en ambiente de cara a los 42.195m de carrera. Hablamos de nuestros planes, de cómo pensábamos atacar esta difícil carrera entre chascarrillos, bromas, fotos, isotónicas y vaselinazos. Lo normal, vaya.

Quedada en la Biblioteca Nacional. Divertidos momentos antes de la carrera.

En lo personal tenía una especie de examen contra mí mismo. Era mi tercer maratón. El primero tenía como objetivo descubrir y conquistar la prueba. En el segundo corrí medio lesionado, mejor dicho entero. Éste era el primer maratón en el que iba, conscientemente, a luchar. Más que a por una marca, que también, por un estilo de correr. Nada de cebarse en los primeros y teóricamente favorables 30km. El plan, aceptado por los Correpoco, era ir a ritmo toda la carrera, reservando fuerzas para el terrible final del maratón, con los últimos km en cuesta arriba contínua. La hormiga de post anteriores, vamos.

De esta guisa salimos Santi (con Miguel prendido en su pecho y corazón), Bassrunner, en su demorado y esperado debut, y yo mismo a atacar las primeras rampas de la carrera. Se nubla y comienza a llover. Hay sensación de frío, pero nos consolamos pensando en que si hicera el calor de otros años sería peor. La lluvia nos acompañó hasta casi el km 10, donde chequeamos nuestro tiempo. "Demasiado rápido" decimos siempre. "Pero vamos sin forzar nada..." dice Bassrunner. Es cierto, no hay sensación mínima de desgaste, pero la prudencia ante lo que nos vendrá en unas horas hace que nos refrenemos.

Seguimos al tran-tran hasta que en el km 15, en una parada técnica, Santi se descuelga y dice: "si no os alcanzo seguid vosotros". Ya no le vimos hasta meta, y es una lástima porque estoy seguro que de seguir con nosotros habríamos entrado juntos en meta. Poco después, en el 17, se nos une Paloma, que nos acompañará hasta meta. Su trote grácil, alegre y elegante contrasta con mis acorchados movimientos de trasgo venido a corredor. Nos anima y ayuda lo indecible, aunque tenemos que sujetarle las bridas en alguna ocasión, ya que como digo, esta chica ha nacido para el fondo y sería una increíble maratoniana si se lo propusiera mínimamente.

El paso por Sol fue el más desangelado que recuerdo, si bien en cuanto cogimos la C/ Mayor el ambiente era como el de las grandes ocasiones. Son momentos en los que te creces, tantos ánimos te hacen volar. Y, cosa curiosa, me saludaron mis suegros, que estaban dando una vuelta por ahí, se pararon a ver el maratón un momento y, justamente, pasé yo. Mola.

Seguimos trotando y pasamos la media maratón en 1h56m, un buen tiempo. Ganamos 4 minutos a las 4h, así que habría que luchar para conservar ese... ejem... colchón de tiempo ya que las piernas empiezan a pesar lo suyo. Tras la criminal bajada del Parque del Oeste enfilamos la recta que nos llevará a Príncipe Pío, donde me esperan Coral con mis hijos y su hermana. Saludos
y avituallamiento en forma de plátano, naranja y un gel de esos del Decathlon que me dio por probar. Y llegamos a uno de esos puntos marcados en rojo: la entrada a la Casa de Campo.

Tras bajar por un impracticable canchal hasta la Puerta del Rey (o lo que quede de ella) nos adentramos en nuestro querido y temido pulmón verde de Madrid. Por delante tenemos unos duros km, empezando por la dura subida del Lago hasta casi el Zoo en ascensión continua, imperceptible pero de esas que van minando (o como se dice ahora, rallando ¿o es rayando?). Hacemos pacto trotón y nos disponemos a pasar el trámite a ritmo sin cebarnos ni agobiarnos. Nos encontramos a CyT, alegre, dicharachero y mordaz as usual, y a Guille con otros Garabitas, que nos animan a unirnos a su grupo sub-4h. Nosotros vamos a ello también, pero a nuestro ritmo, aunque compartimos un rato de camino juntos. Poco más adelante la alegría de la huerta, el amigo Lander, se nos une en su trotar. Está haciendo unos pocos km con cada paquetillo que encuentra, y ahora nos toca a nosotros. A mí me alegra mucho verle, ya que este buen amigo me ha animado lo indecible estos últimos tiempos. Como él diría, gasias champiñón. Conseguimos, con tanta algarabía, que esos kilómetros se pasen sin hacer demasiado daño. Bien.

Dejamos la Casa de Campo conscientes de que ahora empieza lo bueno. El tiempo está muy bien, llegamos con 2h46m. Hemos perdido un minuto en la silenciosa dureza casacampera, y ahora es cuando de verdad comienza la carrera. Es el momento en que todo lo que hemos hecho puede germinar o desplomarse. No hay término medio.

Mi familia nos espera después de Lago, tras la dolorosa subida con la que nos premian el llegar a la antesala del muro, mazo o lo que sea. Otra ración de lo mismo, ánimos y mientras comemos nos encontramos a Manta, que va fenomenal y que consiguió su objetivo sub-4h (enhorabuena, te las merecías) y enfilamos hacia Bosnia. Por dios, qué desolador paisaje el que nos encontramos a orillas del Manzanares. "¿Dónde está la playa prometida?" nos preguntamos. Tenemos un muro de hormigón que tapa escombreras y que agobia al más pintado. En esto un niño se cruza la calle, se agacha a coger algo y se levanta sin mirar... ¡catapún! cabezazo en el muslo. Poco más y me tira el tío... su familia no dijo ni mu, ni un mísero "perdona al chico", en fin. Cruzamos por fin el río y tras una revuelta subimos hacia el Viaducto, esa horrorosa cuesta preludio del resto del recorrido, en continuo ascenso.

Este es el momento de la carrera, del todo o nada. Empezamos a adelantar a mucha gente, desencajada y sin fuerzas. Y yo alucino con Bassrunner. Va tocado, dice que tiene mucho dolor en los isquiotibiales, incluso cojea sensiblemente, pero aún así bromea y hace chistes todo el camino. Le digo a Paloma que si Bassrunner se queda que le acompañe. Yo empiezo a perder esa frescura y sólo pienso en acabar. Dando ánimos, los justos, y comentando cosas, evitando pensar en el dolor de piernas que tengo y en la sensación de agotamiento que empieza a invadirme. Bassrunner lo está haciendo genial, es su primer maratón y parece todo un veterano, apretando los dientes en los momentos que hacen falta. "Venga, que faltan dos bosques" le digo, pero momentáneamente se queda atrás. Le doy un grito de ánimo pero me alejo. Pongo ritmo de crucero, ya no es tiempo sino de demostrarme a mí mismo que podría seguir con fuerza hasta el final... y al poco rato oigo otro chascarrillo suyo detrás mío. "Pero... este no se había quedado? Está claro que es de otra pasta...", pienso mientras nos reunimos el terceto. Seguimos a ritmo, "Tío, estás haciéndolo genial" le digo, y él devolviéndome los piropos. Esta vez es Paloma la que me avisa de que Bassrunner se queda. "Venga, vete, tira" me dice Paloma. Y yo sigo a ritmo pensando en que es el momento de atacar el maratón. No en las primeras rampas, no en la larga cuesta abajo prometida por Mapoma, no en el falso llano casacampero. Es ahora, a falta de escasos 5km cuando es el cara o cruz de esta carrera. Donde puedes perder una minutada o recortar tiempo. Donde puedes llegar a meta derrotado o derrotando tú al maratón. Aunque de cualquier manera llegarás agotado y con dolores en todo el cuerpo, yo he escogido darle badana al final. Y en esa tarea estoy.

Así que pierdo mi exoesqueleto negro y me convierto en cigarra para mantener el ritmo. Es pura lucha la que mantengo contra el cuerpo, que muy a su pesar responde. Dejo de beber agua y me planto como si fuera un 10mil, braceando y bufando a pesar de ir a un minuto del ritmo de esa carrera corta. Es increíble la cantidad de gente a la que adelanto. Casi todos andan, se paran, cojean. Pocos trotan. Yo paso con una respiración agónica a unos 5:30/km, ritmo que a ellos y a mí nos parece supersónico. Voy acercándome a meta, pero no quiero caer en el triunfalismo ya que quedan duras rampas por subir. Duelen las piernas en cada zancada y los pulmones en cada bocanada de aire, con el corazón a 176ppm después de la casi 40km, sin reloj ni referencias, voy dándolo todo. Hay momentos que no se en qué punto kilométrico estoy. Correr, sólo correr, apretando los puños y boca abierta, éste es el momento y hay que hacerlo. Llego a Atocha, el Retiro está ahí, tras ese cuestón... por fin el km 40, que se me hizo como si midiera una legua. No queda mucho pero queda bastante" me recuerdo. Paso a Jordan que bromea con la incansable Lola y Marta... al amigo Efejota ni le veo cuando le adelanto. Sus ánimos me ponen las pilas, qué gran ayuda en este final, y nos sacan unas fotos. Doblamos por Alcalá y ya se huele la meta... un último esfuerzo. Recuerdo de mis dos maratones anteriores que la recta de meta me pareció agónica, insufriblemente larga, y me preparo para ello.

Zerolito en pleno esfuerzo.


Bassrunner y Paloma ¡olé!


Santi llegando a meta. Todo un campeón.

No contaba con lo que ocurrió. Al entrar en el Retiro y ver a tanta gente animando, de repente, fue como si abriera el grifo de los sentimientos. Una increíble congoja me invadió, sabía que había hecho algo grande, algo por lo que había trabajado duro. Lágrimas asomando y un par de sollozos... "¡¡Joder!! ¡¡Me estoy ahogando!!". Claro, una respiración tan agitada no entiende de emociones. Tengo que seguir corriendo y casi me da un colapso, vaya tela. Trato de sobreponerme y a los 100m me da otro ataque sentimental con tragada imperiosa de saliva, cerca del km 42. "Lo he logrado", me digo, y me empieza a invadir una emoción que no había sentido en los otros 2 maratones. La del esfuerzo recompensado, la de que las cosas salgan según lo planeado. Me acerco al reloj de meta flechao y veo que marca 3h56' ... ¡claramente soy sub-4h! pero se me hace raro no parar el crono en meta. Aparte que una familia de 4 corredores y tropecientos chicos entraron antes que yo haciendo el "a tapar la calle" entrando en meta que me hicieron frenar para no arrollarlos. "Da igual el crono, son segundos, lo importante son las horas y minutos", me digo pasando feliz la meta. Ya puedo parar. ¡Bien!

Tomo agua y veo a Efejota acercarse, también a Locomotoro y por fin a Bassrunner, que dolorido y magullado ha logrado un enorme crono de 3h59m ¡qué alegría!. Nos quedaba una dura prueba más, y era salir de la ratonera en que se ha convertido el túnel de salida, donde no encontramos ningún fisio para que le hicieran un trabajito a nuestro gran Bass. Ni una bolsa para coger las manzanas, naranjas, kikos y demás chuches que nos daban, un horror haciendo equilibrios con las manos ateridas y la flojera de haber culminado una prueba tan dura.

Finalmente salimos y nos reunimos con mi familia y con Maribel y Miguel, que había venido a ver a su papá vencer otra vez a los 42km195m en 4h05m ¡sí señor! Estoy convencido que podría haber llegado con nosotros, pero la carrera es así y lo damos por bueno. Hablamos con Paloma que ya estaba en Vallecas. Mil veces mil gracias por tu ayuda, campeona; no dudes que estás diseñada para esto. Después la familia se fue para casa mientras me tomaba una cervecita con los paquetillos, que me hicieron sentir como un héroe. Gracias chicos. Encima Darth tuvo el detallazo de llevarme a casa en su coche, con lo que llegué a casa casi a la vez que la family. Y hasta aquí el maratón. Dejaré reposar el tema y escribiré todo lo que se me queda en el tintero, que es mucho, en otro artículo. Así dejo hueco también para el prota del día, Bassrunner y su enorme debut en la mítica distancia maratoniana.

Gracias a todos por vuestros ánimos, por estar ahí. Si habéis tenido paciencia para leeros todo esto... dejad un comentario. No os cuesta nada y cuando sea viejito y tenga este blog impreso leyéndolo en un asilo me hará ilusión... jajaja.

viernes, abril 24, 2009

Contentez

por: Zerolito

Juer, vaya palabro. Contentez. Pues no es sino la muestra de mi estado de ánimo. Después de tomarnos un par de cañas a la salida del curro resulta que este Mapoma no sólo voy a tener la inestimable compañía de mis amigos Bassrunner y Santi hasta que el cuerpo aguante. No es sólo eso.

Nuestra querida Paloma vendrá a acompañarnos los últimos 25km. Esto es, desde el McDonalds de Gran Vía hasta el final. Esto es otro aliciente más para una carrera en lo que lo realmente bonito es simplemente plantarte en la línea de salida. El resto no importa tanto, no es cuestión de marcas ni de atletismo ni zarandajas de estas. Es una cuestión vital, que te llena de alegría, de ilusión, de ganas de vivir y estar ahi, zancada a zancada. Es la ilusión de un maratón, de compartir momentos mágicos con amigos.

Pues nada, hasta el domingo, cita con el disfrute. Pelín agónico, pero disfrute. Hasta luego, queridos.

martes, abril 21, 2009

Maratón: que no se me olvide...

por: Zerolito

Esto lo había dejado desde el lunes pasado como borrador. Así que antes de que pierda toda vigencia lo planto aquí, a ver si se os ocurre alguna otra cosa. Este tipo de listas valen tanto al novato como al corredor experto que, a base de hacer carreras, está más despreocupado y por ello es fácil que se despiste en algo.

La semana previa:

  • Dormir mucho durante la última semana. El descanso no es sólo la bajada de km, sino que es fundamental dormir bien. El día D es importante pero menos, por los nervios.
  • No correr mucho estos últimos días. Bastan dos rodajes suaves y cortos. Que tengas ganas de correr el domingo, vamos.
  • Repasa el recorrido en función a tu estrategia de carrera, pero no te obsesiones con él. No olvides el punto anterior.
  • No hagas pruebas de última hora si tienes necesidad de hacer ejercicio tras el bajón de kilómetros. No vale decir: como no voy a correr voy a nadar 1500m si no estás habituado a hacerlo. Mejor date un paseo suave por algún parque.
  • Distraer la mente y el cuerpo. Pensar en otras cosas, leer, ir al cine, pasear...
  • Recoge el dorsal cuanto antes. El último día suele haber mucho mogollón y no es bueno para las patas. Mejor estar relajado en casita viendo una peli (al menos para mí)
El día de antes:
  • Cortarte las uñas de los pies (sin apurar demasiado).
  • Comer pasta a raudales en la comida. En la cena puedes repetir sin pasarte. Tomar fruta y beber bastante agua ese día. Alguna isotónica de día y alguna cerveza por la noche.
  • Dejar preparada toda la equipación: camiseta con dorsal puesto, pantalón, calcetines, zapas, accesorios, avituallamientos que te vayan a dar los familiares en algún punto de la carrera...
  • Repasa el itinerario con tu familia (si van a ir a animarte) con las horas de paso previstas en el mejor y peor de los ritmos posibles. Asegúrate de que llevan un móvil para comunicarles cualquier eventualidad. Te ayudarán a no cebarte demasiado en los primeros km y a apretar para llegar a tiempo en los últimos.
  • Prepara una bolsita de plástico con todo el material que puedas necesitar antes de la carrera: botella de agua/isotónica para antes de la salida, fruta, pañuelos/toallitas, MP3, geles... y que puedes desechar si es necesario en cualquier papelera.
  • Acostarse a una hora razonable, ni muy pronto ni muy tarde. La cervecita/copa de vino nos ayudará a conciliar el sueño. Hay otros métodos igual de recomendables, digan lo que digan algunos gurús, que además descargan tensiones y fortalecen lazos afectivos.
La mañana del día D:
  • Desayunar como siempre pero lo antes posible.
  • Hacer aguas mayores. Si no preveer llevarse toallitas y/o pañuelos de papel.
  • No olvidar ponerse Dermomed Fix Hipoalergénico en los pezones para evitar rozaduras. Recomiendo esta marca por sus excelentes resultados durante 3 años de uso.
  • Si se prevee sol, crema de protección solar en cara y hombros.
  • Vaselina: importantísima en los pies, axilas, hombros, entrepierna y muslos.
  • Lentillas, gafas de sol, gorra (yo no uso pero es útil para mucha gente)
  • Si hace frío llevarse una camiseta vieja para desprendernos de ella cuando comience la carrera
  • Llevar un billete de metro y una moneda/billete por si acaso.
Al dar la salida:
  • Busca tu ritmo. No te dejes llevar por la euforia inicial, ni por globos que prometen resultados estratosféricos. Tú, a lo tuyo.
  • Hazte chequeos y se juicioso. Una ligera molestia en el km 12 puede convertirse en insoportable en el km 29. O en lesión, lo que es peor aun.
  • Pero, sobre todo, disfruta de tu carrera. Es un día para la fiesta, no lo convirtamos en una especie de examen final en el que nos jugamos nuestro futuro o algo así.

lunes, abril 20, 2009

La cigarra y la hormiga - Parte 1

por: Zerolito

Érase una vez un bosque en el que los animalillos que por ahí moraban andaban revueltos. Se iba a disputar un maratón, el primer maratón para animales del bosque. Todo eran nervios, preparativos, carreras de acá para allá a pesar de las recomendaciones del sabio Halcón, que había sobrevolado muchas pruebas de este tipo y recomendaba tranquilidad por todos los rincones con su elegante planeo.

Pues bien, he aquí que se cruzaron la cigarra y la hormiga en la Feria del Corredor. Como viejas conocidas de otros cuentos se saludaron efusivamente y hablaron de lo divino, lo humano y lo animal mientras recorrían los puestos de la feria. E inevitablemente la hormiga preguntó a su vieja amiga:

  • Bueno, y tú... ¿a qué vas a salir?
  • Pues mira - respondió la cigarra - saldré fuerte al principio para asegurarme un colchón de tiempo porque al final siempre peto. Había pensado ir a 4:15 por MACHADA (Medida Animal Campestre Homologable A Distancia Andurreada). Así compensaré la falta de fuerzas con una buena minutada en el zurrón hasta el km 32. ¿Y tú?
  • Pues... verás, yo es que creo que voy a tratar de salir a un ritmo más uniforme... unos 5:10/Machada. Para tener fuerzas al final y tratar de no perder mucho tiempo.
  • ¿Estás loca? con tu marca en media te podrías ir perfectamente conmigo, ¿y dices que vas a arrastrarte a unos patéticos 5:10?
  • Ya sabes que el perfil de la prueba es muy traicionero. La primera parte parece fácil pero está llena de trampas, te van minando sin darte cuenta. El final, es todo el rato subiendo... no me extraña que termine en el lugar conocido como El Retiro. He visto muchos animales fuertes retirarse antes de llegar allí, y no quiero que me pase lo mismo a mí.
  • Pero te pasará. El Halcón nos ha avisado del peligro de las últimas Machadas del maratón. Los humanos lo llaman Mazo, o Muro o algo así (nombres de grupos heavies españoles, vaya). Y te va a dar,fuerte entre las antenas por mucho que te escabullas. Por eso lo mejor es llegar cuanto antes a la Machada 32 con tiempo suficiente para compensar el que pierdas allí.
  • Yo ... es que por mi forma de correr creo que es mejor bajar el ritmo desde el principio y tratar de doblar tiempo en la primera mitad y en la segunda.
  • ¡No me hagas reir! - aulló la cigarra- ¡Doblar! ¡En esta Maratón lo único que se doblará es tu abdomen sufriendo en las rampas finales. No seas cobarde y vente conmigo. Tu sabes que puedes aguantar mi ritmo perfectamente las primeras 32 machadas y luego... cada uno que haga lo que pueda.
  • Gracias, pero no. Prefiero ir más conservadora. Quizá no haga un gran tiempo por no arriesgar demasiado, pero espero terminar contenta.
  • Hay que ver qué poca sangre tienes, chata. En fin, que me alegro de verte. Hasta el domingo, mucha suerte.
  • Lo mismo te digo. Como tengas un buen día te vas a salir. ("Y como sea un día normal te vas a estrellar", pensó la hormiga, pero no se atrevió a pronunciar)
  • Y tu a ver si tienes suerte también. ("Y entras antes del cierre de control, mojigata" -observó la cigarra para sus adentros). Nos vemos en la salida.
  • Come muchas pipas y bebe agua -recordó la hormiga a su amiga.
  • Y descansa bien, que eres muy dada a currar hasta el último día -repuso su compañera.
¿Cómo continuará el cuento? El lunes que viene lo sabremos. Pero me gustaría saber tu opinión. ¿Eres cigarra u hormiga? ¿Quizás Halcón? ¿O no te ves reflejado/a en esta patochada?

miércoles, abril 15, 2009

Doble Tapia

por: Zerolito

No quería que se pasara el tiempo sin contaros el entreno del domingo pasado, que me daba miedo y me atraía a la vez. A propuesta de mi colega Locomotoro quedamos el domingo a las 7:30AM a hacer una doble tapia. El mítico circuito del que me vanagloriaba haber finalizado cuando este blog era joven sería recorrido dos veces, para la friolera de un entreno de 32km duros como pedernales. Entrenamiento que Bassrunner y yo habíamos planificado durante dos años y que nunca habíamos podido hacer, por unas cosas u otras.

Todo este tiempo me he quejado de la falta de tiradas largas, mayores a 24km, en mi preparación. Y este era el último cartucho de cara al maratón, así que había que aprovecharlo, a pesar de que el día anterior estuviera en Navacerrada con unos amigos y me acostara tarde, con algún gintonic de Citadelle y tras un arroz negro que, mira tú, me vendría bien para tener fuerzas. Al menos no era carbonara...

Pues allí nos juntamos el susodicho Locomotoro, CyT, Tutty, Equis con dos amigos del trabajo y Darth, que nos acompañó un rato porque había quedado con Lander a las 8:30. El ritmo pactado era de 6mpk. Bastante similar al del maratón pero sin desgastar demasiado, que el entreno era duro y hay que recuperar bien.

El rodaje fue espectacular, ameno y divertido. Hubo movimiento en las tropas, ya que CyT se retiró en la primera tapia, Tutty después por una sobrecarga. Nos encontramos a Lander y Darth que nos acompañaron un rato pero recortaron por problemas físicos (sin importancia) de Darth. Después nos cruzamos con Bassrunner, que había venido desde casa, y nos acompañó hasta el final recorriendo los últimos km de la última tapia, tras la cual el colega se fue a casa corriendo y se cascó la friolera de 35km, el tío bestia. Vaya maratón va a hacer el jodío... Finalmente hicimos los 32.1km a los 6 minutos por kilómetro pactados, en tres horas y pico de trote.

Cuando llegamos, después de estirar, fuimos al Urogallo, avituallamiento previamente organizado, y nos esperaban Darth, Lander y Malagueta, al que veía por primera vez tras su lesión en el Maratón de París. Lo pasamos en grande, sin parar de reir un segundo, comentando tontás de esto del correr y del no correr. Así que eso, una mañana estupenda, un entrenamiento muy bueno, un post de lo más agradable y encima llegando relativamente pronto a casa para bajar con los críos a patinar. Pues estupendo.

A lo largo de esta semana he salido dos veces, una con 7.75km a y otra con 12.17km. Ambas a un ritmo de 5:40/km, ambivalente cifra que es a la vez tiempo de recuperación y de maratón... tiene guasa la cosa. Ya ha llegado la época del descanso, dentro de ná toca la paliza del año y hay que estar fresco.

Media Maratón de Madrid

por: Zerolito

Bueno, pues aquí ando, de vuelta de las vacaciones de Semana Santa, para contar las cosas que me he dejado en el tintero.

Sobre la Media Maratón de Madrid… pues no se por dónde empezar. Quizá por el tema de la organización. Pues venga. Hay varios temas que me parecieron mejorables:

  • Es curioso lo que nos gusta copiar. Al igual que el final de la vuelta ciclista a España es por la Castellana, versión patria de los Champs Elisèes, se ha puesto de moda el Retiro como nuestro Central Park castizo. Y como final de carrera. está fenomenal. Peeeero, como punto de salida es un infierno para carreras tan masificadas. Colas interminables en los chips, el ropero a hacer puñetas, dificultades para entrar en la calle de salida (tuvimos que saltar la valla), salida cuesta arriba en plan embudo en el que es imposible correr… vamos, muchos inconvenientes para dar fluidez a diez mil almas.

Nota mental para el Ayuntamiento matritense: ¿Por qué para la Vuelta Ciclista, desfiles militares y agropecuarios, cinco o seis partidos de fútbol "del siglo" al año, manifestaciones "familiares", etc etc... se puede cortar la Castellana durante una jornada entera y el día del Maratón de Madrid hay que dejarla despejada a las 10h por ser un eje estratégico antiaéreo-nuclear para los sufridos conductores que van a 80km/h a por churros?

  • El tema de los novedosos chips ha sido polémico. Con la mala suerte de pasadas campañas, los chicos de A.D. Marathon han intentado ir a por todas y … ha habido mala suerte. Fallos de lectura, tiempos netos erróneos que en ocasiones eran superiores a los brutos… en fin, que el tan cacareado y hi-tech system se ha quedado en agua de borrajas.
  • Avituallamientos: puedo entender que en algún punto kilométrico te quedes sin agua por un error de transporte. Lo que no es de recibo es que en una carrera tan masificada no haya puestos de agua a ambos lados de la carretera. Mogollón habemus. También es una pena que no haya isotónica para todos, sólo para los primeros 3000 (o los que fueran)
  • El trofeo metacrilático, que por fin no era un tetraedro sino con una bonita forma de hoja, no tiene ninguna referencia a la Media de Madrid, sino que conmemora exclusivamente el aniver de la A.D. Marathon. Pues felicidades, oiga. Pero yo no corrí para celebrar su cumple (del que me alegro) sino por correr la media de mi ciudad. Y ese recuerdo no cumple esa función, así que…

Pese a todo, entiendo la complejidad de organizar un sarao de tal magnitud y concluyo que la organización fue buena, y no quiero cargar más tintas contra ella. Ahora vamos al tajo atlético.

En lo deportivo: quedamos los Correpoco, a saber: Santi, Paloma, Marina, Bassrunner y yo mismo, con intenciones aviesas de cara al crono. Finalmente decidí correr con las Hurricane X en vez de con las Fofito, y tracé el plan siguiente: tratar de subir a 5 pelaos o así, tras la estela de los Bassrunner y cía, recortar en la bajada y apretar los dientes en el terrorífico final que nos habían preparado en el Retiro, con la cuestecita del Ángel Caído.

Así que me apreté los machos y salimos todos juntos. Tras el caos inicial ponemos ritmo crucero, a menos de 5mpk hasta llegar a Plaza Castilla. yo voy justo pero aguantando... sobre todo a nivel intestinal.

(Nota mental para mí mismo): No preparar espaguetti carbonara para cenar la noche anterior a ninguna prueba deportiva. El esfuerzo de determinados esfínteres resta prestaciones a las piernas, aparte de que hace adoptar una postura poco aerodinámica, a la par que ridícula, mientras corres.

Al llegar a Plaza Castilla Bassrunner pega un cambio (o eso me parece a mí) y me quedo cortado detrás de varios corredores. Paloma y Marina le siguen y yo me quedo con Santi hasta el avituallamiento pasado el km 10, en el que se hizo un pequeño barullo y se quedó atrás. Pasé el km 10 en 49:20, otro sub-50 en la primera mitad de la media que me dio moral. Ahora tocaba no bajar el ritmo y el perfil descendente se encargaría de todo. Pero claro, en le km 16 empiezo a respirar agitadamente. Voy bien pero bufando, hay gente que me mira pero adelanto a muchos. Y llegamos al punto fatídico, la vuelta al Retiro por la Cuesta del Ángel Caído. Ahora toca regula porque el desnivel es importante, pico este 19 km en 5:16 y me dedico a recuperar hasta el km 20, haciéndolo en 5:06 para un parcial de 48:09 en los 10km. Veo a Marina que enfila la recta de meta, me anima y me pongo a apretar. No consigo ver a Paloma ni a Bassrunner y hago el último km a 4:44 y en meta a 4:28. Tiempo total de 1:42:39, nueva marca personal, absolutamente impensable a principios de temporada.

Nos reunimos los colegas y nos tomamos una cervecita en el Retiro, patrocinada por la familia Ruiz-Calvo, y después nos vamos a casa Santi y yo, que nos esperan nuestras familias. Santi también ha hecho marca y está contento. Mola.

Esta histora continuó muy bien, ya que la semana siguiente pude seguir entrenando con normalidad. En otras circunstancias me hubiera costado mucho recuperar, así que miel sobre hojuelas a la espera del Maratón. Eso ya merece entrada aparte.

Para terminar, unas fotos de los Correpoco por estricto orden de entrada en meta. A destacar la foto de Paloma, que parece que, al menos al final, se esforzó algo.