El pasado domingo tuvo lugar la trigésima carrera de la ciencia. Una carrera que me gusta correr... no es para nada favorable (hablan de que haces un par de minutos más que en otros diezmiles) y quizá sea por eso, o porque me parece que está bien organizada. La cuestión es que está marcada siempre en mi calendario.
Este año, en vista del estado en que me encuentro, me presenté con la intención de bajar de 50'. Una marca alejada de las de otros años pero...
La carrera la voy a hacer en compañía de Zerolito y Jordan, que también aspiran a esos tiempos, con especial atención también en (Piernas) Maite que intentará terminar la carrera en soledad (que dice es como le gusta).
En la salida dejamos atrás a (Piernas) Maite, a su ritmo, y nos lanzamos cuesta abajo con relativa calma, para no quedar pegados como sellos en la siguiente cuesta arriba. Mucha gente, como siempre, en estos primeros metros. Según me comentaron un cámara se puso en medio de la cuesta para grabar la salida y se lo llevaron por delante (¡alma de cántaro!). Al llegar a la primera cuestecilla oigo por el suelo un movil y acto seguido me trago a una chica que corría en dirección contraria tras él. Ya sabe lo que se siente chocando contra 90 kilos... la pobre quedó por el suelo un tanto aturdida.
Sin nada más que reseñar terminamos Serrano para entrar al embudo de la calle Recoletos. Este año, por culpa de las obras, ganamos dos curvas para tomar las calles del Cid y Villanueva, que son igual de estrechas que la propia Recoletos. Como cabía esperar la marcha se ralentiza mucho y pierdo a mis compañeros. Saliendo al paseo me abro en la curva para localizarlos pero no logro verlos. Zerolito, la última vez que le vi, estaba por delante así que acelero en su búsqueda.
La subida de la Castellana empieza cómoda. Me encuentro bien de piernas, con un ritmo bueno asciendo mientras miro atrás y adelante. Sigo sin ver a los compañeros así que decido continuar. "Si están detrás seguramente me pillarán. Están en mejor forma que yo" me digo.
Las fuerzas en las piernas me duran hasta el kilómetro seis. No está mal, otros años empiezo a sufrir antes. A partir de aquí a apretar los dientes. Giro en Cuzco para encontrar el siete, subo la cuesta (empinada pero corta) de Alberto Alcocer, giro en República Dominicana para tomar Príncipe de Vergara. A estas alturas la respiración suena en Dolby Sorround®.
Ascendiendo por Príncipe de Vergara escucho "¡¡Hey, Amando!!". Efectivamente, son ellos. Me comentan que incluso se pararon para buscarme... y yo p'alante... qué %&$%#.
Sin tiempo a pensarlo más Jordan pone un ritmo endiablado que ni Jesús ni yo podemos aguantar. Yo, incluso, pierdo el contacto con Jesús en varias ocasiones pero logro pillarle después de apretar dientes. Me encuentro tan agotado que creo que no llegaré con él.
Por fin rebasamos República Argentina para llegar al acceso al CSIC... y a la meta. En esos momentos, en la recta final, me sucede como en otras ocasiones: Reúno las últimas fuerzas y me lanzo al sprint. Hasta yo mismo me sorprendo que pueda hacerlo... y tras pasar la meta me pregunto "¿Para qué lo haces?" (nunca sé contestarme)
Tiempo Oficial: 52:54
Tiempo Neto: 49:58 (por poco)
Finalmente (Piernas) Maite pasó el arco con la hora cumplida.... aunque el neto fué de 57:24
Correpoco es un grupo de amigos que disfrutan corriendo... aunque ahora lo haga cada uno por su lado.
3 comentarios:
Enhorabuena por tu vuelta al mundo del sub-50 y por abandonar ese tono lastimoso quimérico depresivo. Tienes una misión: bajar de 43' el año que viene ¡¡hombre ya!! Del maratón ya hablaremos.
Deberías explicar el tema de las piernas. Y el de los gráficos de la carrera.
Lo diré yo, ya que tú no creo que lo hagas. Los gráficos de la carrera (carter, dorsal...) los hizo Bassrunner. Las piernas de la corredora son las de nuestra compañera y sin embargo amiga Maite. Para contrataciones favor de enviar mail al personal implicado.
¡Enhorabuena!
Buen tiempo. Con permiso seguiré vuestro blog.
¡Un saludo!
Y sin permiso también podrías, Juanqui.
Nos pillas en un momento poco productivo del blog. El Shakespeare está un poco mohino y no escribe mucho porque no entrena mucho y no corre mucho. Yo escribo poco (porque corro poco también) y mis artículos no tienen el mismo impacto... pero seguimos y seguiremos.
Gracias por el comentario y bienvenido.
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