Llevaba dos borradores escritos y otra entrada por incluir. Pensaba hablar sobre el Cross del Pinar donde participaron los colegios del Distrito Latina. También sobre mi situación de eterna pretemporada. Sobre la maldita gripe -o lo que sea- que me ha tenido parado y destrozado física y moralmente las últimas tres semanas y a la que espero rematar mañana con mi última toma de antibiótico.
Pero no, ahora mismo es difícil sustraerse a la Operación Galgo, nombre más que acertado para detener a los tramposos que utilizan bastante más que macarrones con tomate para mejorar su rendimiento. Y más cuando el nombre de Marta Domínguez (ya no irá en negrita) ha quedado manchado para siempre por la tenencia de sustancias dopantes en su domicilio. Vaya tela.
Reconozco que, a pesar de ser un corredor popular, no sigo con demasiada pasión las aventuras de los atletas profesionales. Creo más en el deporte por mero disfrute, lo cual no quita para que la mayoría de los nombres que han salido a la luz estos días me sean más que conocidos. Cercanos hasta el punto de haber tenido un par de años una foto de Marta en mi trabajo. Toma jeroma.
Ahora creo que deberían pasar un par de cosas:
Primero: llegar hasta el final en el entramado ilegal de esta red de mafiosos, tramposos y falsos médicos. Castigos ejemplares no sólo a las afamadas estrellas del tartán, que deberían incluso reparar el daño moral hecho al ser modelos para los jóvenes. También inhabilitación para ejercer la medicina a esa gentuza sin escrúpulos, más que reincidente.
Segundo: a colación de lo anterior, limpieza en una Federación que ha sido tibia, si no complaciente, con estas actitudes. Que quede claro que buscamos un deporte limpio, sin trampa, donde el talento y el esfuerzo personal sean la clave de los triunfos. Me da rabia que la Federación Española tenga fama internacional por la actitud tan relajada que ha mantenido contra el dopaje. Tolerancia CERO. ¿Recordáis el caso del tal Juanito que se nacionalizó español para competir dopado hasta las cejas en esquí de fondo 2002?
Es triste pensar -y prácticamente tener la certeza- de que si ahora pasaran los controles anti-doping las figuras deportivas de antaño es muy probable que dieran positivo. El deporte mediático se ha convertido en una loca carrera entre médicos y policía, entre tramposos que buscan atajos y gente decente. Y ¿por qué hemos llegado a ella?
Yo lo que veo es que vivimos en una sociedad en la que sólo priman los resultados. Nadie valora el esfuerzo, la dedicación, el tesón diario. Únicamente importan los éxitos y si pueden ser épicos y contra toda lógica, mejor. El españolito que, contra todo pronóstico, es campeón de Fórmula 1 en un par de años con una escudería sin mucho pedigrí. El tenista que, pese a su juventud, llega al número uno. De vez en cuando, el atleta que consigue una medalla frente a etíopes, keniatas y marroquíes. Si el tenista se queda en el 7º ATP, no vale para nada. ¿Qué chupatintas del Marca puede decir que es el séptimo mejor periodista del mundo? Tú mismo (o yo) ¿estás en el top100 mundial de tu profesión? Yo, desde luego, no. Piénsalo.
Más ejemplos: si volviéramos de una olimpiada sin ninguna medalla pero con un finalista en todas las pruebas ¿sería un éxito o un fracaso? Para el 90% de la población, lo último. Probablemente muchos inducidos por leer al paparruchas del Marca, los que piensan que Abraham Olano era un matao que no sabía montar en bici, el pobre. Ya. Pero llegar repletos de décimos puestos significaría que tendríamos a un compatriota como uno de los mejores en cada una de las disciplinas. ¿Qué valoras más? ¡Vivan los diplomas olímpicos!
Para terminar, una perla. Aquí podéis leer un artículo del diario El País, fechado en 1985, donde se explica claramente la labor del médico Eufemiano Fuentes en la búsqueda de un mayor rendimiento deportivo de los atletas españoles. Todo ello auspiciado por la Federación. También salen nombres como Pascua y Odriozola en la trama. De aquellos polvos, estos lodos. Dos perlas, de Fuentes y de Pascua, para motivaros a leer y a pensar:
Eufemiano: "[...]Ahora que ya estamos convencidos de que no es posible dar positivo, entre otras cosas porque no suministramos ninguna sustancia prohibida, ya se lo facilitamos a los atletas[...]"
"Lanzar 18 metros en peso", dice Pascua Piqueras, "es posible dentro de las normales capacidades humanas. Pero para llegar más allá de 20 metros hace falta algo más que tener un buen brazo".Mientras tanto, esperamos la declaración de Odriozola y la video-conferencia de Marta. Seguiremos atentos. Yo, para empezar, he explicado a mis hijos que han pillado a unos tramposos tomando drogas para correr más rápido y ganar en las carreras.
[PD] He cambiado el título del post, aparecía el de uno de mis antiguos borradores: "Paciencia". Debe ser la falta de maña. O de EPO.
1 comentario:
Un 10 a tu crónica.
Totalmente de acuerdo.
Justicia para todos, dopados a la calle y camellos al talego.
Y dejémosnos de encumbrar y desencumbrar a deportistas, habría que proponerse darle una vuelta entera a este país dondo parece que "vale todo".
Salu2
G
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