XXIX Carrera del CSIC

Con el sistema digestivo atiborrado de langostinos mayonesa, empanada, foie, ibéricos, alguna cerveza y bastante vino del Somontano... bueno, no continúo por este camino. Ya sabéis cómo preparo yo una cita atlética: durmiendo poco y haciendo vida "normal".

Pues eso, que me levanté con el típico bad body (mal cuerpo) a correr por el Serrano plagado de obras. Esta carrera es un test, a ver cómo respondo en un 10km. Pero, como expliqué en mi anterior entrada, sobre todo un homenaje hacia Fran, marido de nuestra compañera Cristina, hermano de Carlos e hijo de Paco Cisneros, organizadores de la prueba.

Ya en el metro mi bad body y yo decidimos ir acompañando a Bassrunner en un rodaje suave camino de su recuperación. Poco a poco nos reunimos Bassrunner, Paloma, Emilio, Maite, JP y su hermano. Allí, dorsal al pecho, chip en zapa, cambio de opinión: esas malas sensaciones suelen ser el preludio de un día decente en lo atlético. Íbamos muy pillados de tiempo, pero mientras calentamos me pongo a buscar a los paquetillos, que habían hecho una especie de quedada pirata. Algunos correrían la carrera y otros la acoplarían como parte de sus rodajes largos. Entre ellos está Locomotoro, habíamos medio quedado en hacer juntos la carrera buscando unos 48' que antes se me antojaban imposibles y ahora... ¿por qué no intentarlo? Lástima que no le viera, sólo coincidí con Lander y Lola al principio.

Había una duda sobre el recorrido, ya que por las obras de Recoletos se había alargado el trayecto hasta la Plaza de la Independencia. Esto suponía unos 300m más de trazado, que imaginábamos sería corregido desplazando el arco de salida. Para nuestra sorpresa el arco estaba donde siempre, con lo que estábamos seguros de que la carrera sería más larga que esos 10km exactos. En esta carrera nuestras motivaciones son otras, no la marca homologada. A pesar de eso, en mi opinión debería haberse corregido el desfase desplazando el arco de salida ya que muchos corredores buscaban en ésta una carrera homologada y perfectamente medida. Aunque conociendo a Carlos seguro que hay alguna razón (aunque sea extraña para nosotros) para que no se haya hecho así.

Dan la salida. Mogollón de gente como siempre, y tardamos unos minutos en llegar al arco. Paloma, que raro, por delante; detrás Bassrunner al que sigo con la mirada para ver si se engancha al carro. Oigo a un corredor decir a otro "en cuanto empiecen la cuesta arriba se quedan tós esos pegaos como sellos" y no puedo evitar partirme de risa. Poco después me encuentro solo. Paloma se va por delante y Bassrunner se queda por detrás. Pues ná, a pasar la mañana otra vez solo rodeado de cientos de almas.

Me pongo a ritmo y hacemos el temido slalom en Serrano sin ningún percance. Fenomenal. Y llega la sorpresa esperada de la jornada en el kilómetro 3, que salta en el GPS mucho antes de ver el cartel. No me importa demasiado ya que me interesa más el ritmo que llevo de crucero y, sobre todo, no asfixiarme mucho en la larga subida de la Castellana. Los hitos de la carrera fueron los ánimos de Lola primero y Arcadio después, que resonaron en el sorprendente silencio que hubo en toda la carrera.

Ya llegando a meta los inesperados voceríos de Cristina me ponen en una nube y, a pesar de que según el GPS ya he terminado los 10km a unos más que decentes 4:50/km me dispongo a entrar en meta. Señalo al cielo (para eso he venido) y paro el crono en 50:49 para 10.49km (Garmin dixit) o lo que viene siendo, extrapolator mediante, un 48:30 maomeno en un 10km. Genial, la última vez que hice CSIC hace 2 años hice sub-50 por poco, así que indica cierta progresión.


Paloma ¡qué raro! la primera en llegar


Pillado in fraganti, atocinao perdío


Emilio, running at speed of light

Nos vamos reuniendo todos y celebramos que todos hemos acabado bien nuestros pequeños retos con una cervecita en la Cafetería. Paloma, Bassrunner y yo nos vamos mientras el resto se cuelan en el cóctel que ofrece la organización a las personalidades y atletas vencedores. ¡¡Qué caché va teniendo Correpoco!!


Foto de familia