Objetivo - Estar en la línea de salida

Esta frase, que copio (o dicho más elegantemente, parafraseo) del amigo Lander es la que resume lo que pasa por mi cabecita loca a menos de 6 días para la cita con el Maratón de Madrid.

Después de mucho meditar con mis últimas molestias en la rodilla buena (sic) y de no tener claro el qué hacer, tuve unas charlas interesantes. Unas llamaban a la prudencia, Bassrunner me dijo que fuera a por todas (como siempre, jajaja) Y el viernes una llamada de Santi, mi alma mater particular del correr, terminó por arrojar luz sobre el tema.

De la conversación, aparte de los ánimos y de la confianza ciega que tiene en mis posibilidades, saqué una conclusión muy clara: Merezco estar en la línea de salida del maratón. Luego dios, el propio Maratón, y el del mazo repartirán suerte (y desdichas) a tutiplén. Pero yo he trabajado, he sufrido, he remontado después de una lesión que me partió la temporada por la mitad, y sólo por eso mi lugar el domingo es la línea de salida en Colón.

Cuento, además, con la ayuda de Cabesc, que se ha ofrecido para ayudarnos al grupito que vamos a por las 4 horas de carrera, Santi incluído. Y cuento también con mis amigos Lander y Gebrelayos, que harán de liebres traseras (Santi dixit) por si me veo mal y tengo que aflojar el ritmo. Llevaré el bonometro (y quizá el móvil :-O) por si me rajo a medio camino y avisar a Coral y a mis hijos, que estarán dandome ánimos desde el km 20.

Ya dije en su momento que para mí el hecho de poder correr el maratón, después de haber pasado por la lesión, era recompensa suficiente. La posible duda sobre si mis molestias me impedirán realizar una buena marca quedan tapadas por la ilusión con la que voy a correr. Aunque, como temo en mis peores momentos, la rodilla me duela al llegar a Plaza Castilla. Aunque tenga que bajar tanto el ritmo que me adelanten hasta los caracoles. Aunque tenga que pararme a mitad de camino. Aunque tenga que coger el metro y, vencido, recoger a mi familia e irnos para el Retiro. Merezco llegar, y voy por ello.

Mientras tanto, sigo con mi plan, hecho a ojímetro como todos, de dar reposo a la pierna y no correr ni un metro de más hasta el día D, en el que me jartaré de km. No se si tanto descanso me vendrá bien, pero creo que es lo correcto. Quizá trote algo algún día de estos, no se... pero vamos, si vuelven los dolores que no sea por sobrecargas inútiles.

En fin, a seis días vista sólo me falta poner una velita a San Menisco Bendito, o San Rótulo, o Santa Cintilla Iliotibial, o como se llame el patrón de marras. Y que el dolor no aparezca en carrera. Me lo merezco.