Llevo tiempo pensando en escribir sobre los Juegos Olímpicos, y quizá toque ahora. Voy a dejar volar mis dedos por el teclado y comentaré lo que me surja.
Los Juegos Olímpicos nos traen las dos caras de la moneda (o medalla) en forma de éxitos, alegría infinita, asombro ante hazañas de superación increíbles; y también de amargura, decepción, soledad, dolor... mucho dolor. Es lo que tiene jugarse el trabajo personal / grupal a una carta que se reparte cada cuatro años. Y los medios de comunicación están ahí, para dar cuenta de ello. Con su voracidad habitual, crean dioses y destrozan personajes a su antojo, como un elefante entrando en una cristalería.
No entiendo cómo los medios pueden, no ya menospreciar, sino despreciar un diploma olímpico. Parece que ser el 4º mejor del mundo en tu especialidad no merece reconocimiento. No hablemos ya de gente que ha conseguido llegar a disputar la final, o simplemente que han conseguido la mínima para entrar en los juegos. Eso significa que pertenecen a la élite mundial, cosa que ninguno de los pseudo-periodistas, comentaristas, jotajotasantos y demás morralla conseguirá en sus tristes vidas. Pero claro, qué fácil es hacer leña de alguien que ha caído en la primera serie, luchando en desventaja genética contra otros oponentes.
Hablan de decepción en ciclismo , cuando contamos con un 4º y 6º puesto, que nos colocarían como el mejor país en la especialidad. Pero claro, el devaluado Diploma Olímpico no tiene nada que hacer. Aquí sólo vale el oro, aún cuando el apoyo a cualquier deporte que no sea el puto júrgol es tan escaso como la sinapsis neuronal de los comentaristas de turno. Y así podría seguir con todos y cada uno de los deportes. Salvo el fútbol que, curiosamente, no cuenta con participación olímpica.
La decepción de la caída de mi adorada Marta Domínguez se debe a que no ha obtenido una medalla. Medalla con la que contaban los medios. No es triste porque merezca terminar con un gran crono y con honor en una especialidad nueva para ella. No por batirse el cobre ante la élite de los durísimos 3000 Obstáculos. No por el coraje y pundonor con el que se ha preparado y luchado hasta el final. No, aquí sólo importa la cuenta de resultados, sobre todo en deportes de los que sólo se siguen cuatrienalmente.
Qué fracaso en el milqui, donde sólo tendremos a Higuero en la final. Claro, después de Cacho y del mágico triplete del pasado europeo tenemos que tener siempre ahí a alguien. Por tradición, toma ya. Igual que desde Llopart tenemos que ganar en marcha, y Paquillo decepcionó. Hay que joderse, un tío que andando va mucho más deprisa que yo corriendo... en fin. Y qué paliza nos dieron EEUU en baloncesto, cuando desde el Marca, televisiones y demás daban por hecho que podríamos ganar antes de disputar el partido. Y, sobre todo, demostrando absoluta ignorancia, incluso desprecio, sobre el rival que teníamos enfrente. El segundo mejor equipo de baloncesto de la historia de éste deporte. Ahí es ná.
Qué pena dieron en la Ser, cuando el comentarista (futbolero él) era incapaz de radiar el partido de semifinales de Nadal ante Jokovic. Él mismo reconoció que los nervios le impedían hacerlo. Nervios de alguien que difícilmente distinguiría un paralelo de una dejada. Claro, es lo que tienen los deportes donde no hay portero ni córners.
En fin, que me quedo con las preciosas imágenes de los atletas en estos juegos. Y con la Villa Olímpica. No se qué tendrá, pero todos los atletas hablan de ella como de un paraíso, como algo inigualable. Pues eso, que se lo merecen. Y eso no podrá quitárselo nadie desde una columna maliciosa, desde una web tendenciosa o desde una tele futbolinguera. Disfrutad de la olimpiada, os lo merecéis.
Para terminar, vaya mi reconocimiento a un comentarista que me gusta, a pesar de sus defectos como comunicador. Es Esteban Gómez. Suple su "sangre de horchata" retransmitiendo con un conocimiento profundo de lo que habla. No se tiene que aprender las reglas del "Júrgol de Canastos" (Gomaespuma dixit) la noche anterior, ni los nombres de las rusas lanzadoras de disco, porque ya los conoce. Ya despuntaba en los tiempos en los que acompañaba a Trecet en Cerca de las Estrellas. Hacían una gran pareja, complementando pasión y conocimiento. Qué tiempos aquellos, sniff...
Bueno, otro día sigo. Y quizá os cuente que corro algo. Aunque después de ver a Bekele optaré por otro verbo... ¿reptar?
Correpoco es un grupo de amigos que disfrutan corriendo... aunque ahora lo haga cada uno por su lado.
10 comentarios:
Pues tienes más razón que un santo en tu critica amigo... pero joer, yo me quedo atontolinao viendo esas imágenes tan bonitas a camara lenta de los atletas... esas caras de ilusión o esas otras de sufrimiento...esos cuerpos atleticos...como molan los juegos...
Saludos
Fantástica entrada, si señor.
Justo reconocimiento a todos aquellos que nos representan en cualquier disciplina.
Es importante haber llegado allí, ese es el primer reconocimineto que se les debería otorgar. Después su actuación, luego el pase a las siguientes fases, la obtención de diploma olímpico ya ni te cuento, pero si obtienen medalla es lo único que cuenta. Parece.
Y depende de qué medalla ganan se les otorga un reconocimiento u otro.
Luego hay que tener en cuenta que no es lo mismo el oro de Nadal que el oro de Llaneras, pero Llaneras ya lo sabe porque ya lo sufrió en Sidney.
Las platas en vela molan porque inflan el medallero, pero nada más. Y el bronce de Olabarría en pista...Pues ya sabéis en qué saco del olvido caerá.
En fin, no me alargo porque si no esto parecerá una entrada más. Solo una pregunta ¿Dónde escuchas a Esteban Gómez?
Lander, estoy contigo. Ver a la gente dando el máximo, llorar de alegría o tristeza... son una pirámide de sentimientos tan brutal que apasiona. Ah, y el cuerpo de determinadas atletas... uffff ;-)
Mildo, puedes alargarte lo que quieras, será siempre un gran aporte a este blog flojeras. Y fíjate tu, como triatleta que eres, en el titular de hoy en rtve.es ; "Decepción mayúscula en el triatlón". Noya acaba 4º y Raña 5º. En este país, dode el apoyo al tri brilla por su ausencia, el esfuerzo y los logros de estos dos increíbles atletas se queda en eso, en decepción mayúscula. Sobran los comentarios.
Sobre Esteban Gómez, sólo le oigo a veces en la tele, retransmitiendo algún cross, algún meeting y cosas así. Pero me alegró saber que estaría él en Pekin. Era una garantía de que íbamos a poder conocer información veraz de los/as atletas/os y no impresiones de un advenedizo o de un sabelotodo.
Vaya... acaban de cambiar el titular por este otro: "Gómez Noya se queda sin metal en la última recta del triatlón"
¿Me habrán leído? X-D
Estoy muy de acuerdo contigo; es lo de siempre: desde el sofá todo parece mucho más fácil.
La tele aun no retrasmite dolor, ni sufrimiento ni esfuerzo ni mucho de lo que en realidad es el deporte a nivel competición.
Si alguien no experimenta en sus propias carnes el esfuerzo físico, dificilmente se puede imaginar qué supone todo esto.
En fin, no me extiendo, que este tema me puede :P Un saludo!
Gracias, Isaac. Y bien cierto lo que dices. Un "periodista deportivo" dijo que Haile Gebrselassie terminó andando el maratón de Londres a 4' el km. ¿se habrá puesto él a esa velocidad alguna vez? y menos después de correr 37km a 3 pelaos. Es muy fácil esgrimir la pluma (ahora el ASCII) sin saber lo que hay detrás.
Y, señores, han vuelto a cambiar el titular: "Gran decepción en la recta final de Gómez Noya". Seguimos con lo mismo, así que lo voy a dejar, que me (os) rallo.
Amén padre Jesús.
Como dice Isaac, la tele no retransmite dolor.
¿Reptar?, vamos a ver si conseguimos al menos arrastrarnos...
Abrazos. ;-)
¡¡Que gran entrada Jesus!!
A mi lo que me ha dejado alucinando del todo es que con menos atletas en Pekin (que en Atenas) quieren mejores resultados. Si existe fracaso este está en no promocionar y ayudar al deporte durante 4 años en lugar de olvidarse de el durante ese tiempo y después exigir medallas.
Mi gran admiración a los que han llegado a las Olimpiadas (en cualquier disciplina) y también a aquellos que con pocos medios no han podido llegar.
¡¡Promocionemos el deporte base POR DIOS!!
Lo dejo que como otros me enciendo.
Joder Jesús, qué gran entrada.
Suscribo todo al 100%.
Como en el Maratón del domingo (me levantaré a la 1:30 Am para verlo, al igual que hice con Paquillo), no ganemos algo, los medios van a lapidar el atletismo español pa los restos.
Qué triste, Dios mío...!!!!
Paco Malagueta
Qué bien que escribes, ladrón. Como siempre poniendo en ASCII lo que pensamos y sentimos los asiduos del blog.
Sólo te ha faltado comentar también sobre los deportes que sólo aparecen en la pantalla de la tele cada cuatro años (si hay suerte de entrar en una final y no coincide con un partido de baloncesto o tenis) porque sólo existen entonces.
Salud!!
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