El año pasado volví de vacaciones con unos flamantes 88.8kg de peso. Este año he vuelto con (vamos a ser optimistas) 2kg menos. Así que tendré que trabajar, como siempre, en las peores condiciones (falta de forma, sobrado de kg, calor asfixiante, horarios intempestivos...) para recobrar la forma física adecuada; si es que alguna vez la tuve, que ya lo dudo por lejana.
Pero bueno, dejo de quejarme y os cuento lo que ha dado de sí este corto (para mí) periplo vacacional. En realidad, un paseo por los Sagrados Sacramentos:
- Bautismo en mountain-bike. Con mi cuñado David de guía nos hicimos 42.6km de bicicleteo por los pueblos del valle del Adaja, en Ávila. Atravesamos pueblos, senderos, rampas criminales sobre todo en las bajadas... pero fue una experiencia muy divertida que seguro repetiremos.
- Confesión de mi afición al Gin-Tonic de ginebra Citadelle. No se puede comparar a otras. Aromática, suave y delicada. Una delicia refrescante.
- Comunión con la familia del deportista aficionado. Aún en épocas en las que estoy fuera de forma, gordo, resacoso y medio lesionado me identifico con la gente que veo practicando deporte. Ya sea bici, correr, senderismo... me encanta el asunto. Sobre todo cuando se puede practicar en estrecha comunión con la Naturaleza. Ahí me pierdo...
- Confirmación sobre mi interés en las carreras de montaña. En Villatoro, donde teníamos la casa, se me ocurrió ir a trotar monte arriba, para ver qué se siente subiendo cuestas. Pues eso, entre el penoso estado de forma, los excesos del beber y el comer, el torrado típico de Castilla, hice un recorrido de casi 4km subiendo el monte en el que se resguarda Villatoro. El desnivel fue de unos 300m (Google dixit) en los que tuve que andar en algún tramo. La vuelta fue también tortuosa, volviendo despacio con los cuádriceps absolutamente agarrotados y muy cansado cardiovascularmente. Aún así, una bonita experiencia. Y cada vez que veo una cumbre, me imagino llegando a la cima jadeando y mirando al horizonte...
- Matrimonio (e hijos) porque las vacaciones han sido muy familiares. Hemos compartido todo el tiempo juntos y ha sido muy gratificante. Me daba pena volver al trabajo por no poder hacer más cosas juntos.
- Unción de enfermos en lo que respecta a mis rodillas. La izquierda vuelve a estar bien, y la derecha (la primera que me lesioné) de vez en cuando me da toques. Esto hace que me plantee ser prudente y menos ambicioso en este otoño (creo que nada de maratones en estas fechas) para afianzar una buena recuperación.
- Orden sacerdotal, pues mira, ahí me he pillado los dedos...
8 comentarios:
Cristianas y devotas vacaciones habéis tenido, hermano Zerolo.
Todo eso me parece muy bien, mu potito y todo lo que tú digas...
Pero lo de los 88.6 ...
Coge libreta y toma nota:
Mapoma = 72 kg
Meses siguientes = 74 kg
Vuelta de vacaciones tras estar comiendo sin parar pescado y marisco gallego como un energúmeno = 74 kg
Hoy = 73.5 kg
Y claro, no se me sale el bofe y puedo entrenar 15k a 4:58 y 160 pulsaciones como un pepe.
En serio, Jesús. Plantéate cuidar la alimentación. Una vez que reduzcas, el cuerpo se remodela y puedes comer "bastante" sin engordar. Pero hay que pasar un límite, que yo creo que está (tú y yo somos muy parecidos en altura y complexión), sobre los 78 kg.
Peliagudo asunto este del peso.
Aunque váis a pegarme, yo he cogido 2´5 kg en vacaciones y no hay forma humana de quitármelos. Ni tiradas largas, ni bici ni hostias en vinagre. Cuando los cuerpos del resto adelgazan en aeróbico, el mío parece que lo hace en aláctico puro.
Pos a jodelse tocan, porque no pienso hacer series hasta septiembre.
Como dirían los GNR: Patcience ;-)
Jajaja... yo cuido mi alimentación, yoku. Como lo que me gusta ;-) Ahora en serio. Mis números.
Mapoma: 81
Resto de temporada: 83
Inicio del verano (parón por lesión): 85
Después de las vacas: 86.8 (no 88.6, últimamente te trabucas con los números, hijo)
Yo, a pesar de lo que transmito, me cuido y no me paso tanto como aparento. Pero la inactividad y los pequeños excesos se ceban en mí, que le voy a hacer.
Paco, lo tuyo no tiene remedio. Has cogido 2.5kg para sobrevivir, que estabas anoréxico perdío. No te preocupes.
Sí, perdón, te he metido de clavo los 2.5 kilos de Paco.
O me trabuco con los números o es hora de cambiarme las lentillas.
Malditos kilos,estamos peor que las modelos,es muy importante para esto del correr,pero tampoco lo es todo.
Yo corri en Paris con 87 kilos de maravilla (con menos peso seguro que lo habria hecho mejor) y en el rodaje de ayer con 2 kilos menos iba jodidillo,lo que importa es la forma y el entreno,eso si,con menos peso mejor que mejor,sobre todo para las rodillas amigo Jesus.
¡No, si ya sabía yo con quien me comprometía a hacer el Maratón Alpino Madrileño!, juas..., jodío Zerolo, que a la que se ponga casulla me convierte en su más fiel seguidor...
Un abrazo, (si es que nos llegamos jajajaja...)
JUAJUAJUASSS Carlos, me parto en juliana!!! Si nos llegamos... X-D
¿El MAM? ¿Merlot, Asados y Modorra? Venga.
Jordan, gracias por el consuelo. Las rodillas hay que cuidarlas (sólo tenemos dos y no hay recambios)
Yoku, te han podido las ganas de "hacer sangre". Pero no te preocupes, la aprovecharé para hacer unas buenas morcillitas de cebolla :-P
Parecéis modelos de pasarela con tanto kilito...
Mira yo, aquí en el pueblo sin maquina para pesarme (que no quepo en la romana) y dandole a las piernas en eso que llaman "pretemporada". Supongo que seguiré con mis eternos 90Kg.
Salud!!
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